El sueño es un estado que sólo algunos pueden disfrutar en plenitud. Tras un día de trabajo agotador, después de haber cumplido con las misiones encomendadas, el hombre (o la mujer) pueden meterse en al cama (o similar) y perder la consciencia, desconectar, olvidarse de los problemas, recuperar el cuerpo, soma y psique, para estar preparados, tras las horas necesarias, para asumir otro día de lucha.
Felices sueños para ambos
No todos pueden disfrutar del sueño tranquilizador. Son varios los motivos. Las preocupaciones de todo tipo, no vamos a hacer ahora un análisis de las posibilidades, están en el fondo. Las tenemos todos, pero algunos no las pueden vencer y, cuando el descanso es necesario, no pueden disfrutarlo.
En algo somos iguales
No hay duda de que los dos seres de la foto están disfrutando de ese estado en plenitud. Sólo hay que mirarles a la cara (aclaro a los escépticos que los gatos también tienen cara) para entender lo que les invade, están felices. ¿Os habéis fijado en el gesto de ambos? ¿Hay alguna diferencia? ¡Cómo puede haber personas que se atreven a decir que los animales no forman parte de nuestro devenir, que no merecen estar con nosotros!
¿En dónde hemos conseguido la fotografía?
Hemos encontrado esta foto en Daily Picks and Flicks y, tras verla, hemos gestado este artículo.