Cuando llegamos a una determinada edad lo normal es que se nos detecte una presión arterial alta. Para luchar contra ella, mejor, para obligarla a que no siga creciendo, lo habitual es que se nos recete uno o más medicamentos.
Un reciente estudio, publicado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense ha detectado que los adultos mayores que toman medicamentos para la presión arterial tienen el doble de probabilidades de sufrir fracturas tras sufrir una caída. Ello lleva consigo una serie de riesgos, como puede ser una rotura de cadera, que puede traer consigo la muerte en un plazo de 12 meses.
Sobre el estudio realizado por los medicamentos para la presión arterial
En la investigación, llevada a cabo en 30.000 en residencias destinadas al cuidado de personas mayores, cuyos resultados podemos leer en EurekAlert, se ha comprobado que los que toman medicamentos para la presión arterial padecen mareos, sobre todo cuando se levantan de la cama. Ello trae consigo lo que ya hemos indicado: la producción de fracturas óseas.
Los mareos son producidos por una bajada de tensión, ocasionada por el medicamento o medicamentos que se están tomando. La pérdida de equilibrio trae consigo las caídas. Chintan Dave, director de la investigación, ha dicho al respecto:
«Estos pacientes requieren una observación cuidadosa, especialmente cuando comienza el tratamiento, y eso no está sucediendo. Los cuidadores piensan que los medicamentos para la presión arterial tienen un riesgo muy bajo, y eso no es cierto en esta población de pacientes«.
A tener en cuenta
Además de lo indicado, los que padecen demencia senil o presión arterial sistólica alta también sufren un riesgo elevado. Chintan Dave dijo lo siguiente:
«Las fracturas óseas a menudo hacen que los pacientes de hogares de ancianos caigan en una espiral descendente. Aproximadamente el 40% de quienes se fracturan una cadera mueren durante el próximo año, por lo que es realmente alarmante descubrir que una clase de medicamentos utilizados por el 70% de todos los residentes de hogares de ancianos duplica con creces el riesgo de fractura ósea«.
El estudio no descarta la toma de medicamentos para la presión arterial con el fin de salvar vidas. Lo que se indica es que se debe prestar una atención intensa a los que están comenzando la terapia por primera vez, y también a los que pasan un cierto periodo sin tomar los medicamentos.
Conclusión
Cada vez duramos más, tenemos más años de vida. Ello trae consigo que muchas personas mayores vivan en residencias de la tercera edad. Se calcula que el cincuenta por ciento sufrirá al menos una caída en algún momento. Está claro que será necesario un mayor apoyo con el fin de garantizar que los adultos mayores no sufran estas caídas.