Ante la situación económica que nos acecha y las poco alentadoras perspectivas de futuro, sorprenden a muchos las declaraciones del vicegobernador del Banco de Inglaterra. Afirma Charlie Bean, así se llama el vice, que los consumidores deben gastar y no ahorrar, con el fin de contribuir a un reflote de la economía. Aunque se refiere a Gran Bretaña, presupongo que su propuesta es válida para cualquier país, incluido el nuestro.
«Queremos que los hogares no ahorren más, que gasten más», ha dicho Bean. Afirmó que los ahorradores se aprovecharon de las altas tasas de interés de los buenos tiempos, pero que ahora es el momento de modificar la práctica.
Vicky Redwood, economista de Capital Economics, en el Reino Unido, no está de acuerdo con la propuesta del vicegobernador. Considera que, ante la caída de ingresos en muchos hogares, han tenido que disminuir los gastos, recurriendo en ocasiones a sus ahorros para salir adelante, por lo que nunca se les puede invitar a que incrementen el consumo.
Brian Johson, de HW Fisher, socio de una empresa de cobros, ha explicado que se puede entender la lógica de la propuesta de Bean ya que un incremento en el consumo estimula la economía, aunque la petición del Banco de Inglaterra incita a los británicos a tomar decisiones que van contra la incertidumbre que flota en el ambiente, basada en los recortes del sector público y en los ajustes fiscales. Considera que los ciudadanos están desconcertados ante los mensajes contradictorios que están recibiendo. Dice Johson: «Por un lado tenemos al gobierno diciendo que nuestro país necesita reducir de forma masiva su deuda tan pronto como sea posible y por otro tenemos al Banco de Inglaterra que nos está diciendo que debemos gastar, gastar, gastar».
Termina diciendo Brian Johson: «El mensaje de Charlie Bean también contradice completamente lo que se ha recomendado hacer en los últimos años a todos los ciudadanos, es decir, pagar sus deudas y prepararse para una era de austeridad. Puede ser una paradoja del ahorro, pero para el Banco de Inglaterra, alentar abiertamente al público para que gaste en un clima tan incierto, es una estrategia peligrosa que bien puede ser contraproducente».
Visto en BBC News