De esta forma puedes enviar a Suiza el dinero sin problemas – no afectan las restricciones españolas al tráfico de capitales – y no has de dar cuenta al fisco español de tus actividades. Estas son algunas de las ventajas de los paraísos fiscales, además de otros beneficios. En el caso de los barcos, no estás obligado a tripularlos con españoles, pudiendo hacerlo con personal de países tercer-mundistas y sin que te obliguen las reglamentaciones ni convenios laborales españoles. No hay que dar de alta ni pagar a la Seguridad Social, etc.
Estas empresas radicadas en paraísos fiscales únicamente pagan unas reducidas tasas anuales en su país, que les permite total libertad y no les obliga a inspecciones fiscales ni les impone cualquier otro tipo de obligación.
El caso de los petroleros-basura es flagrante. Gibraltar mantiene como almacén de combustibles a buques petroleros no aptos para navegar debido a su antigüedad y falta de seguridad, los cuales reciben la carga de otros buques igualmente obsoletos que circundan nuestras costas, para vender y redistribuir el combustible en el mejor momento especulativo.
En 2001 hicieron escala en Gibraltar 6.560 barcos, la inmensa mayoría para avituallarse y repostar combustible.
Ese mismo año, de dichos 6.560 buques, la Port Authority de Gibraltar inspeccionó sólo a 2 barcos, ninguno de ellos petrolero. El año 2002, hasta mediados de noviembre, los controles habían aumentado a 12 (Como referencia comparativa, diremos que un solo inspector de buques de la Capitanía Marítima de Algeciras, inspeccionó a 20 buques la semana del 25 de noviembre al 2 de diciembre). Así, los buques petroleros más viejos tienen su destino preferente en este puerto, ya que en otro cualquiera correrían el riesgo de quedar inmovilizados por una inspección.
En Gibraltar compiten cuatro petroleras. En aguas del peñón la venta de combustibles asciende a cuatro millones de toneladas y la diferencia de precio entre Gibraltar y Algeciras oscila entre 6 y 10 dólares.
Un accidente en uno de estos petroleros podría ocasionar una marea negra que contaminase todas las playas del sur de España, lo que representaría la ruina del turismo en beneficio de otros países turísticos de la competencia. Jugar con la ruina de un sector fundamental de nuestra economía, en beneficio de que los especuladores gibraltareños multipliquen sus ingresos, es inaceptable.
El asunto del contrabando y de las drogas ha estado asumido por todos durante décadas Las autoridades gibraltareñas han venido permitiendo y acogiendo en su puerto a docenas de lanchas planeadoras que solamente sirven para el contrabando y el alijo de drogas. Únicamente se persigue a aquellas lanchas detectadas en aguas españolas, pero ha sido un tráfico permitido por quienes deberían abortarlo en su origen..
Para concluir, la economía gibraltareña es parásita de la española y su población vive de los españoles y prospera gracias a ellos ya que no tienen riqueza natural alguna, no producen nada y su principal industria, además del turismo español, es el contrabando, el fraude y la especulación amparada por su condición de paraíso fiscal.
Por nuestra parte, no queremos ciudadanos así y por fin estamos de acuerdo en algo: Efectivamente, si lo prefieren, mejor muertos. O en Inglaterra, disfrutando de su condición de ingleses de segunda, junto con los hindúes y demás habitantes tercermundistas de sus antiguas colonias.
Autor: Veterando Terci Gotionorum Ordinis
lo mejor ke podria pasar era ke le fallacen los cimientos al peñon y se undiera lenta mente asi les daria tiempo a esos ingleses de segunda categoria, a irse a inglaterra y comerle los mocos a kuin elizabet segunda ,