Google, lo sabemos todos, es una gran empresa que tiene como buque insignia el buscador web más usado. Pero no se queda ahí, hay mucho más, desde el enorme almacén de vídeos, como es YouTube, hasta el servicio de correo Gmail, siguiendo con una lista interminable de servicios. Para mantener todo este tinglado se necesitan espacios, con servidores, ordenadores, personas y demás, que consumen una enorme cantidad de energía eléctrica.
Acabo de leer en The New York Times, que esta energía, cifrada en 260 millones de watios, es similar a la que consume la ciudad de Salt Lake City, capital del estado de Utah, en Estados Unidos, que alberga una población de 186.440 personas. Esa energía es la cuarta parte de la que proporciona una planta de energía nuclear.
Hay algunos que dicen que lo que parece un derroche energético no es tal, que Google contribuye al ahorro de energía ya que si no utilizásemos sus servicios tendríamos que, por ejemplo, acudir a una biblioteca pública para buscar información sobre un determinado tema, lo que iría acompañado del gasto del desplazamiento, entre otros. Si hacemos un pequeño cálculo, podemos aventurarnos a afirmar que los que usamos Google con frecuencia (me refiero al buscador y demás), gastamos una energía similar a la que consume una bombilla de 60 vatios encendida durante tres horas.
Visto en The New York Times