Es desalentador. Cada día los medios de comunicación nos bombardean con noticias sobre temas recurrentes, todos centrados en el mismo apartado, con los mismos protagonistas. La televisión, la radio, Internet y los periódicos en papel, cuentan lo que ocurre con los procesos judiciales en los que están implicados notables personajes públicos, la mayoría dedicados a la política, entre otras barbaridades (perdón por la dureza de la palabra, pero no he encontrado otra más adecuada al asunto). Muchos ciudadanos de a pie no entendemos lo que está pasando, no comprendemos como no se toman medidas de manera inmediata para evitar la degradación social, motivada no sólo por los enormes desequilibrios económicos sino también (sobre todo) por la falta de ética de ciertos personajes, que sólo persiguen su propio beneficio.
Esta mañana fui como todos los días a tomarme un Albariño al bar de siempre, al lado de mi casa. Me puse a ojear el periódico (no importa cuál, todos dicen lo mismo) y, tras llegar a la quinta página, lo dejé encima de la mesa, no quería que mi nivel de adrenalina siguiese subiendo. En primera página acababa de descubrir la referencia a la decisión tomada por el Tribunal Supremo respecto a Jaume Matas, el que fue Presidente del Partido Popular de Baleares y también Presidente del Gobierno Balear, procesado por doce delitos, agrupados en los ya por todos conocidos: prevaricación, cohecho, malversación de fondos, apropiación indebida, falsedad documental, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, delito fiscal y delito electoral. ¡Casi nada! Pues bien, el citado Tribunal redujo de seis años a nueve meses la condena interpuesta por la Audiencia de Palma por los pagos realizados al periodista Antonio Alemany. Esto significa que el tal Jaume no tendrá que pisar la cárcel por el citado delito. Veremos lo que pasa con el resto de acusaciones.
Pero aún hay más. Seguí leyendo el periódico y redescubrí (ya lo había leído ayer en varios medios digitales online) el último (hasta ahora) disparate de una tal Toni Cantó, de profesión actor, que ha desembocado en el terreno político, no sabemos con que pretensiones (aunque las podemos intuir). No vamos a recordar sus grandes meteduras de pata. Algunos dicen que lo hace todo con el único fin de promocionarse, pero a mi modesto entender, creo que lo hace sin calibrar las consecuencias. Ayer, como ha hecho ya en otras ocasiones, utilizó Twitter, ahora para burlarse de Mariano Rajoy, escribiendo un mensaje en el que trata de imitar burdamenta la forma de hablar del Presidente del Gobierno. Posteriormente pidió perdón, pensando que así queda todo solucionado. ¡Y ahí se queda todo, no pasa nada!
«El ayuntamiento de Ames pagó 12.100 euros por un plan copiado del Rincón del Vago». Dos ediles descubrieron que responsables del gobierno local de Ames copiaron al pie de la letra, es decir, plagiaron un estudio cacereño elaborado con el fin de elaborar un plan para el abastecimiento de aguas. El citado documento se encontraba (aún encuentra) en la conocida web el Rincón del Vago. Lo peor del caso es que el informe fue encargado a un técnico, por parte del Concello, bajo el pago de 12.100 euros. ¡Auténticamente vergonzoso!
Sólo son tres episodios, hay muchos más cada día. No vamos a hablar del caso Bárcenas, de los motivos de la dimisión de Griñán, del caso Munar… No lo necesitamos. No importan los colores, en todos los partidos hay personas que están llenando todo de porquería, provocando que el desprestigio de la clase política se incremente día a día. De ahí el título de esta entrada, ¿hacia dónde vamos?