Recuerdo, hace ya muchos años, que estábamos, un domingo de finales de mayo o principios de junio, en una playa de la Costa Brava, al norte de Barcelona, cuando de repente nos sorprendió una tormenta. No queríamos que los bocadillos que comíamos se nos atragantasen. Para no mojarnos nos metimos, los cuatro (un matrimonio amigo, mi mujer y yo), en un tubo de drenaje de gran diámetro. Al cabo de unos minutos el sol lucía de nuevo. Cogimos los bártulos, nos subimos al coche, un 127 rojo, y nos volvimos a nuestras casas en la Ciudad Condal.
Acabo de descubrir en Make que hay dos hoteles, uno cerca de Essen, en Alemania, y otro en Ottensheim, Austria, que empleando el concepto, el diseño y la estructura ideadas por Andreas Strauss, utilizan tubos de drenaje para albergar cómodas habitaciones con una cama doble, de mullido colchón. Se trata de los DaskParkHotel. La estancia está perfectamente iluminada y protegida. Las duchas, lavabos, retrete, minibar, cafetería y demás se encuentran en el exterior, en una zona común. Para disponer de tan sugestiva habitación en tubo de drenaje hay que hacer reservas online de mayo a octubre.