Un limón es un limón, y nadie lo puede discutir. La historia a la que nos referimos a continuación es de los años 70, es decir, del siglo pasado, cuando los coches no eran como los de ahora y tampoco alcanzaban las velocidades que alcanzan hoy.
Los Gómez y los Fernández eran vecinos puerta con puerta desde hacía más de diez años pero, a pesar de la proximidad, sus relaciones eran muy frías. Hasta que un día mamá Gómez le pidió a mamá Fernández el limón que necesitaba para regar la dorada al horno. Fue el inicio de una gran amistad.
Era el uno de julio, comienzo de las vacaciones. Ambas familias, cada una en su coche, un Renault 9 y un Seat 127, salieron desde Lugo hacia la costa de Alicante. Después de circular, cada una a su ritmo, la familia Gómez se paró en una cafetería al borde de la carretera, en el lugar que habían fijado de antemano con sus vecinos y amigos. A la media hora aparecieron los Fernández.
– ¡Sois unas tortugas! – dijo papá Gómez – ¿A qué velocidad media habéis venido?
– A 60 km por hora – dijo el marido de mamá Fernández – ¿A qué velocidad habéis venido vosotros?
– Nosotros hemos hecho una media de 70 km/h.
Mientras se tomaban un piscolabis, el padre Fernández le preguntó al camarero:
– ¿A cuántos kilómetros estamos de Lugo?
Con los datos que posees, ¿sabrías responder a la pregunta de papá Fernández?
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Solución
Los que no sean capaces de resolver el problema o quieran comprobar si su solución es válida, pueden leer lo que viene a continuación:
Sabemos que el coche de la familia Gómez recorre 10 km más cada hora que el de los Fernández. El coche de la familia Fernández, que circula como sabemos a 60 km/h, recorre en media hora (tiempo de espera de los Gómez) 30 kilómetros, que es la ventaja de un coche sobre el otro. Según eso, el coche de la familia Gómez tuvo que circular durante 3 horas para conseguir una ventaja de 30 kilómetros.
Durante 3 horas, a una media de 70 km/h, el espacio recorrido es de 70 km/h x 3 h = 210 km. Esta es la distancia a la que se encuentran ambas familias de Lugo cuando se paran para tomar el piscolabis.
Conclusión
Está claro que la resolución de este problema no implica ninguna complicación. Por ello estoy seguro que, si has intentado resolverlo antes de leer la solución, habrás comprobado que estabas en lo cierto. ¿O no es así?