El juego siempre llamó la atención de los humanos, niños, jóvenes y mayores. Y no me refiero solo a los juegos en los que no se invierte dinero, sino a éstos también. Hay muchas personas que gastan grandes cantidades de dinero persiguiendo el conseguir más, pero justo ocurre lo contrario, pierden todo lo que gastan (que no invierten, porque considero que el juego no es una inversión). Estas personas, con el paso del tiempo y la proliferación de ese hábito, terminan convirtiéndose en ludópatas.
Recordando a los trileros
Recuerdo a esas personas que colocaban (y aún colocan, pero cada vez menos) unos pequeños cubos sobre una mesa e invitaban (o invitan) a los transeúntes a que participasen en su juego. Rememorando lo que hacen (hacían, mas que hacen, ya que ahora ya no vemos tantos, como ya he dicho, y perdonéseme la insistencia) esos embaucadores que montan ese «tenderete» en plena calle y estafan a los incautos viandantes, pero, claro está, sin conmulgar con ellos, os propongo un juego «sin trampa».
Esta es mi propuesta
Sobre una mesa se colocan boca abajo y alineadas tres cartas de una baraja española. Una de ellas es el as de copas y las otras, dos reyes. Para acertar tienes que escoger una y que sea el as.
Te propongo dos formas de jugar. En la primera debes indicar una de las tres cartas y obtendrás tu premio si aciertas. En la segunda opción escoges una carta, con el siguiente criterio: si la ganadora es la tuya, yo selecciono una cualquiera al azar; si no has seleccionado la ganadora, de las dos que quedan, no escojo el as de copas (yo sé en donde está, pero tú no sabes que yo lo sé).
¿Por qué opción te decantarías?
Teniendo en cuenta todo lo anterior, ¿con cuál de las dos formas de jugar te quedas para tener más posibilidades de ganar? Si te decantas por la segunda forma, ¿qué estrategia debes seguir?; ¿conservas tu primera decisión o la cambias?
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Solución
Los que no sean capaces de resolver el problema o quieran comprobar si su solución es válida, pueden leer lo que viene a continuación:
Se debe elegir siempre la segunda forma del juego y escoger la carta que yo desprecio (la que no selecciono).
Con la primera forma del juego la probabilidad de ganar es 1/3. En la segunda forma del juego, la probabilidad de acertar a la primera es también 1/3, por lo que quedan 2/3 para que la carta del as de copas aún continúe sin ser escogida. Como yo me voy a decantar por una carta distinta de la ganadora, tu probabilidad de que venzas es, por tanto, de 2/3.