Sabemos que una aspiradora (utilizada en el hogar), en sus múltiples modelos, tiene un fin primordial, aspirar la porquería que hay en el suelo de las habitaciones, incluidas alfombras y demás, y en muebles y objetos afines. Con ella nos evitamos, en la mayoría de las ocasiones, el tener que pasar la escoba acompañada del recogedor. Lo que nunca habíamos sospechado es que una aspiradora sirviese para eliminar del peludo cuerpo de un can toda la porquería que se acumula, pero por lo que podemos ver en el vídeo, no es así. Cada día aprendemos algo nuevo.
Como podemos observar, el perro, que no es tonto y sabe lo que se le demanda, se prepara para el proceso de limpieza. Adopta, en cada caso, la postura ideal, sin que el limpiador o limpiadora le indique nada. Lo tiene aprendido. ¿Quién se atreve a decir que los perros son tontos?