Los amantes del café, los que toman dos, tres o más cada día, defienden que no pueden pasar sin ellos, que los necesitan para desenvolver sus actividades diarias. Una nueva investigación, cuyos resultados se han publicado en la revista Nature Neuroscience, descubre que una cierta dosis de cafeína fortalece las conexiones entre las células cerebrales del hipocampo. Aunque los experimentos se han realizado con ratas, todo indica que los resultados se pueden extrapolar a los seres humanos.
Hasta ahora, todos los estudios efectuados al respecto, utilizaban cantidades de cafeína superiores a las que contiene la taza de café que tomamos con el desayuno. En el experimento efectuado en el Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental en Research Triangle Park, en Carolina del Norte, se han utilizado dosis pequeñas y se ha visto que afectan a la actividad del hipotálamo, esa especie de caballito de mar que se encuentra totalmente enterrado en el cerebro, detrás de las orejas.
Después de suministrar a las ratas el equivalente a dos tazas de café en los humanos (dos miligramos de cafeína por cada kilogramo de peso corporal), se midió el incremento de los mensajes eléctricos producidos por las células nerviosas en la región cerebral denominada CA2, y se comprobó que había sido profundo. Cuanto mayor es la dosis de cafeína mayor es el efecto. Estas sinapsis reforzadas en el hipocampo jugarán un importante papel en la memoria (sobre todo espacial) y en el aprendizaje.
La investigación aún está en ciernes, habrá que traspasar los resultados en los roedores a los seres humanos. Habrá que esperar y comprobar si los efectos son similares. Hay analistas que confían en la misma efectividad y otros que son más escépticos.
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