Te acabas de levantar de la cama, vas al aseo, desayunas y vuelves al cuarto de baño para terminar de asearte, incluida la ducha relajante. Y viene lo peor de todo, tienes que ponerte a hacer la cama. Así día tras día, y no siempre te ayuda tu pareja. Es agotador y frustrante, ¿no crees? Pero no lo podemos eludir, es una labor cotidiana que has de realizar cuando aún no estás totalmente despierto o despierta. Algunos no son capaces de quitar o apartar la colcha, las sábanas y, hasta la almohada, y dejar su labor obligada para cuando vuelvan del trabajo, tienen que hacerlo cuando aún les acompaña la modorra que produce el descanso nocturno.
Acabo de descubrir casualmente el vídeo que tenéis más arriba. Me llamó la atención poderosamente, no por la originalidad de las escenas sino por lo valioso del invento. El vídeo que descubrí no es el que os ofrezco, éste es el original, el otro era una copia incompleta. Accedí a la web que se ocupa de la promoción y venta de la cama inteligente, una empresa española llamada OHEA. (Aclaro que no tengo ninguna relación con los padres del invento ni trato de promocionarlo, sólo he elaborado este artículo porque considero que es un gran avance para todos nosotros que exista una cama que se haga en apenas 50 segundos sin nuestra intervención).