Está claro que todos los que nos dedicamos a publicar en un blog o sitio web necesitamos, además de ideas, el disponer de fuentes de información. A partir de ahí, podemos escribir artículos, utilizando nuestras palabras y expresiones.
Es también recomendable, mejor obligatorio, el citar la fuente añadiendo un enlace, si es posible, a la misma. Lo que nunca se debe hacer es copiar y pegar los contenidos de un artículo, aún citando su procedencia, y menos no citándola. Está claro que si Google, y demás buscadores, indexan ambas entradas se dará un caso típico de contenido duplicado.
Una copia descarada
Hace ya algún tiempo me encontré con un caso insólito, que roza los límites del descaro. Tras escribir un artículo, una persona me envía un mensaje de correo electrónico en el que me dice que el contenido exacto del artículo, incluido el título, aparece publicado en otro sitio web. Al visitar el espacio indicado descubro con asombro que no sólo aparece el artículo citado sino muchos más. Es lo único que aparece en la citada web. Y aún hay más. Las imágenes insertadas en los artículos se cargaban desde mi servidor web.
Todo por medio de un plugin
Comienzo a investigar, analizando el código fuente de una de las páginas y descubro que el autor?? de las mismas utiliza un plugin de pago que, entre otras funciones, es capaz de copiar cualquier artículo al pie de la letra utilizando para ello los feeds del sitio web que lo publica.
Pasos que seguí
Tras un somero análisis hice lo siguiente:
- Comprobé que muchas de las páginas del sitio citado estaban indexadas en Google, por lo que cubrí un formulario, Reporte de contenido copiado, en el que denunciaba lo que estaba ocurriendo.
- Utilizando una herramienta de whois descubrí en que hosting se alojaba el sitio. Envié un correo electrónico, explicando detalladamente lo que estaba pasando, a los responsables del alojamiento web.
- Escribí un artículo en Batiburrillo.net, con una imagen sugerente, en el que explicaba el robo de contenidos. Citaba, en título y contenido, el nombre del sitio. Añadí además un enlace a mi web para que los visitantes supiesen de donde se copiaban los contenidos y un enlace al plugin que se ocupaba de recopilarlos. (Al cabo de unos instantes el artículo apareció publicado en la web del ladrón. De inmediato lo borré en Batiburrillo.net)
- Instalé en mi sitio un plugin que anula la publicación de feeds. Publiqué un nuevo artículo y comprobé que no aparecía en el sitio web dedicado a la copia.
Conclusión
Me puse delante del ordenador, escribí la URL del sitio y descubrí que la página que se carga es del hosting que aloja, o alojaba, la web copiona, e indica que no pueden satisfacer mi solicitud porque la página indicada no existe.
Por lo que deduzco, mi mensaje a los responsables del alojamiento web les animó a tomar las medidas adecuadas y eliminaron el sitio de sus servidores. Comprobé que Google aún no había tenido tiempo para borrar los enlaces de su buscador. Al pasar un corto periodo de tiempo ya dejaron de aparecer en el buscador.
Después de comprobar que no existe acceso a la web copiona, he tomado la decisión de borrar el plugin que eliminaba los feeds en Batiburrillo.net.
Nota final
Como he indicado el hecho ocurrió hace ya tiempo, más de cinco años, pero hoy me he decidido a recordarlo. El mío no es el único caso existente. La copia de contenidos es algo muy frecuente. Algunos sitios no lo hacen al pie de la letra pero, copian, sin apenas cambios, lo que otros han escrito.
Lo peor de todo es lo que se refiere a las imágenes. En algunos sitios se insertan directamente desde un servidor externo, lo que trae consigo el consumo de datos para los responsables del mismo.
¿Qué tenemos que hacer? En el caso de la copia de contenidos lo mejor es acceder a la página ofrecida por Google y denunciar lo que hemos descubierto. Con respecto a las imágenes, una particular solución es cambiar cada una por otra en la que se indique que ha sido copiada y, al mismo tiempo, añadir una nueva, con distinto nombre, al artículo original.