La edafología estudia los caracteres, la evolución y la distribución de los suelos. Para el edafólogo el suelo es un cuerpo organizado que a un mismo tiempo es el resultado y el asiento de unos complejos procesos. Es una formación natural, a veces transformada por el hombre, pero que puede y debe ser objeto de un estudio global. Estudiando a la vez la morfología y la génesis de los suelos, los edafólogos intentan dar una definición, precisar sus límites, prever sus reacciones.
A partir del año 1949 se han llevado a cabo una gran cantidad de trabajos que han supuesto sensibles adelantos en el conocimiento de los suelos y en la puesta al día de las técnicas de utilización. Muchos de estos trabajos han sido ejecutados por edafólogos franceses, tanto en Francia como en África y en América del Sur. Varios congresos internacionales y diversos coloquios y conferencias sobre Ciencia del Suelo han concedido una gran importancia a los problemas de edafogénesis, de clasificación y de cartografía de los suelos.
La diferenciación de los suelos
La edafogénesis no es la historia del acontecer del suelo, sino que es el conjunto de las transformaciones que ha experimentado, poco a poco, día tras día, desde que la roca se ha encontrado sometida a los agentes externos y que los productos de tales transformaciones han empezado a acumularse para formar el suelo.
Los edafólogos designan como factores de diferenciación los que se consideran como internos y externos, que condicionan las distintas maneras que tiene el suelo para singularizarse y, como procesos de edafogénesis, el conjunto de los fenómenos que actúan en cada tipo particular para distinguir los suelos.
Los suelos y su clasificación
Los suelos conforman un conjunto en la superficie de la Tierra. No se trata de verdaderos objetos, sino de un conjunto constituido por diferentes unidades. En la mayoría de los casos la separación entre las unidades es muy gradual. Se sabe que los suelos no dependen unos de otros, por lo que se puede establecer una clasificación por la similitud entre las unidades que los componen. Para establecer la clasificación se han tenido en cuenta los factores de diferenciación y las formas de edafogénesis.
Para establecer la clasificación de los suelos se tienen en cuenta los factores siguientes:
- El grado de evolución del suelo y el desarrollo de su particular perfil.
- El modo de alteración definido por la liberación de los sesquióxidos liberados, que se mantienen individualizados o constituyen unos complejos sistemas con especiales características.
- Tipo y distribución de la materia orgánica, susceptible de influir sobre la evolución del suelo y la diferenciación de los horizontes del perfil.
- Determinados fenómenos fundamentales de evolución: hidromorfia y halomorfia. Estos dos tipos de procesos pueden hallarse ciertamente tan desarrollados que modifiquen por completo la forma de evolución del suelo y de su perfil. En tal caso se toman como característicos de clases de suelo.
Conclusión
La edafología es una ciencia relativamente joven. Nació como fruto de la observación sobre el terreno de los suelos. Durante muchos años fue una ciencia descriptiva que utilizaba análisis y mediciones para fundamentar las comparaciones entre suelos distintos y para comprender su distribución.
Para el progreso en el estudio del suelo son necesarios muchos edafólogos. Personas poseedoras de una notable formación científica que aplican en varios métodos necesarios para llegar a conclusiones. La universidad y escuelas técnicas superiores sirven para la formación y actividad de estos hombres y de estas mujeres, a quienes la edafología ofrece lo que necesitan para satisfacer sus ansias de saber.
NOTA: He obtenido parte de la información para escribir este artículo del libro La edafología, el suelo en el que vivimos, escrito por Georges Aubert y Jean Boulaine, y publicado en el año 1986 en Biblioteca de Divulgación Científica.