La publicidad no es un invento reciente. Existen pruebas de que los egipcios, por el 3000 antes de Cristo ya utilizaban pergaminos con este fin. Pero sin duda, algo que consolidó la publicidad fue el invento de la imprenta en el siglo XV.
Lo que no podemos negar es que los avances tecnológicos han propiciado la evolución de la publicidad tal y como la conocemos ahora. La radio, la televisión o la aparición de Internet han supuesto cambios significativos en la forma de concebir y distribuir la publicidad.
La televisión lo cambia todo
La llegada de la televisión a los hogares de buena parte del planeta trajo consigo la creación de spots publicitarios de todo tipo, ofreciendo la posibilidad de llegar a muchos más rincones que con otros medios.
Con ella aparecen también los patrocinadores de programas televisivos, algo que se sigue realizando hasta la fecha y que se ha extendido también a ligas de fútbol o equipos. Por ejemplo, la empresa de apuestas deportivas y juegos de casino online Betway utiliza este tipo de publicidad en las camisetas del Club Deportivo Leganés, el Deportivo Alavés y el Levante Unión Deportiva. También lo hace Fly Emirates en las camisetas del Real Madrid o Rakuten en las del Fútbol Club Barcelona.
La televisión se convierte en una herramienta indispensable para las marcas en sus estrategias y surgen empresas como Nielsen para medir las audiencias que ofrecen una serie de datos indispensables para monetizar la publicidad.
No podemos olvidar que la publicidad en medios exteriores se sigue utilizando, aunque con la tecnología esta se ha transformado para ser más visual. Pantallas luminosas, mobiliario urbano cada vez más preparado para incorporar anuncios de forma sencilla e incluso medios de transporte como autobuses, metros o taxis, tienen su espacio para que cualquier empresa pueda utilizarlos. Aquí nos encontramos, al igual que con la televisión, con que todo el mundo puede ver nuestros anuncios e impactar a un gran número de personas, pero sin poder centrarnos en nuestro público objetivo.
La publicidad online
Desde aproximadamente el año 2000, cuando aparece el servicio de pago por clic de Google Adwords, conocido en la actualidad como Google Ads, hemos visto como la publicidad ha ido evolucionando hacia otros canales. Las empresas, además de la publicidad tradicional, deben considerar una estrategia online tanto a través de los anuncios de Google como con una estrategia de Social Media en Instagram y Facebook.
Por otro lado, no podemos hablar de la publicidad online sin mencionar la publicidad programática. Este tipo de publicidad se basa en el Big Data – almacenamiento de grandes cantidades de datos – para segmentar de forma eficiente las audiencias, basándose en los gustos personales de cada uno, y mostrar así los anuncios a las personas indicadas. La gran ventaja de este tipo de publicidad es que es posible segmentar al público basándose en sexo, edad, aficiones, etc., lo que permite alcanzar el objetivo de venta de forma más sencilla y por un coste menor comparado con otro tipo de publicidad como los spots en televisión.
Además de este tipo de publicidad basada en el pago por clic, existe otra forma de publicidad online: SEO. Con esta opción, se trabaja el posicionamiento web en motores de búsqueda para aparecer en las primeras posiciones. Es un proceso algo más lento que el pago por clic, pero con el que se pueden conseguir enormes resultados si el negocio consigue colarse entre los 10 primeros en una búsqueda.
Otra forma de gran impacto dentro de la publicidad online es el email marketing, ideal para promocionar una empresa. Consiste en mandar correos electrónicos a clientes tanto actuales como potenciales con las últimas novedades de la empresa, promociones, descuentos, nuevos productos, etc. La finalidad es aumentar la fidelización con los clientes y generar nuevas ventas.
La gran ventaja de este tipo de publicidad es que arroja datos al momento y podemos ver los resultados de estas campañas al instante. Esto es esencial, puesto que si algo no está funcionando en nuestra estrategia se puede cambiar al instante y ahorrar así una parte importante de la inversión que iría a fondo perdido, algo que resulta imposible para cualquier acción de marketing offline por los elevados costes que conllevaría.
