No sé como llegaron allí, me refiero a las crías de pato, pero fueron recibidas como si fueran de la familia. La escena, rodada el sexto día del nacimiento de gatos y patos, rezuma ternura y descubre a muchos de lo que son capaces los animales, esos seres que muchas veces conviven con nosotros y que nos lo dan todo a cambio de muy poco. Sólo necesitan un poco de alimento, un pequeño espacio para vivir y un mínimo de atención. A cambio, como muestra de su agradecimiento, nos regalan su cariño y su alegría.
El vídeo, filmado y editado por Maura Cunningham, y ambientado con la canción «The Butterfly Song» por Harry Bird y The Rubber Wellies, puede servir a muchos para que recapaciten y sepan que los perros, los gatos y otros muchos animales, a los que llamamos mascotas, no están infectados por el odio, que ellos sólo quieren vivir y que saben que, para ello, deben hacerlo en comandita con todos los que le rodean. Además de conservar el equilibrio en nuestro planeta nos animan a reflexionar sobre nuestras aptitudes y decisiones.