El Tema

La herencia y el miedo como factores de la evolución psicológica

Desde el instante mismo de la generación, el ser humano ya posee una serie de rasgos físicos y psicológicos que se desarrollarán durante toda su vida. Lo que mostramos a continuación está centrado en los aspectos en los que se basa este desenvolvimiento.

La herencia y el miedo como factores de la evolución psicológica

Los cambios de psicología que se producen a lo largo de la vida son siempre el resultado de condicionamientos heredados o genéticos y de influencias ambientales. No existe, desde luego,
ningún tipo de conducta o rasgo psicológico que sea unilateralmente el resultado de factores heredados o de las influencias ambientales, porque lo que encontramos son un conjunto de manifestaciones concretas en las que siempre resulta difícil delimitar lo que deberíamos atribuir a la herencia y lo
que correspondería al medio.

La maduración y aprendizaje

Los conceptos de maduración y aprendizaje, muy relacionados con los de herencia y medio respectivamente, aluden a los dos principios que determinan los cambios psicológicos de una etapa de la vida a la siguiente. Por maduración entendemos aquel despliegue de estructuras y funciones biológicas que, partiendo del huevo o zigoto, formado por la unión del óvulo y el espermatozoide, lleva a la configuración del cuerpo humano completo.

El panorama madurativo está, a grandes rasgos, determinado genéticamente, y no se limita sólo a condicionar las funciones y estructuras corporales, sino que determina un buen número de rasgos psicológicos, como, por ejemplo, los temperamentales.

El aprendizaje

El aprendizaje no es otra cosa que el cambio de conducta como consecuencia de la práctica o ejercicio. A cada momento madurativo corresponde un tipo determinado de aprendizaje. Es inútil enseñar a un niño de cinco meses a hablar o a uno de dos años a leer porque ni uno ni otro cuentan con la maduración biológica suficiente para realizar este tipo de aprendizajes en esa edad.

Los psicólogos del aprendizaje distinguen, en lo esencial, tres tipos: el aprendizaje o condicionamiento reactivo (Pávlov), el condicionamiento instrumental (Skinner) y uno descrito más recientemente: el aprendizaje social (Bandura).

Esta última forma de aprendizaje vendría a explicar el hecho de que los niños de cada cultura lleguen, en general, a adoptar las mismas normas de conducta que sus predecesores.

La herencia

Rasgos preferentemente heredados pueden considerarse la estabilidad o inestabilidad emocional, cierto tipo de conductas asociales, algunas aptitudes intelectuales y, en general, bastantes rasgos de personalidad.

Rasgos preferentemente adquiridos, y por lo tanto consecuencia del aprendizaje, son la gran mayoría de los que solemos calificar como psicológicos en todo individuo. El lenguaje, lo que se entiende por masculino y femenino en cada cultura, el comportamiento sexual, el tipo de conciencia moral, y otros muchos rasgos psicológicos que harían la lista interminable, son fundamentalmente el resultado de influencias ambientales.

La evolución psicológica

En un principio los psicólogos evolutivos clásicos consideraron que la evolución psicológica era esencialmente el resultado del proceso madurativo. De esta manera, cada edad tendría sus propias conductas, y la causa última de ellas sería el estado madurativo somático.

Muchos pedagogos sólo han visto en las conductas cambiantes de los individuos cosas de la edad que esperaban encontrar esencialmente modificadas con el paso del tiempo. En la actualidad se tiende a darle todo su valor a los procesos de aprendizaje.

La simple comparación de cómo tiene lugar la evolución psicológica de los individuos en unas culturas y otras puede poner caricaturescamente de manifiesto que muchas conductas que estamos habituados a calificar como naturales de una determinada edad deben ser aceptadas como aprendidas.

De todas formas, es preciso insistir en que también en todas las culturas existe una serie de analogías en cuanto a ciertas estructuras evolutivas básicas, que debemos interpretar como consecuencia de la maduración biológica. Como ejemplo de esto podemos tomar las ya citadas etapas estructurales que se suceden en el desarrollo intelectual.

Conclusión

Conviene dejar bien claro el hecho de que maduración y aprendizaje no son procesos independientes. Se ha puesto de manifiesto que las experiencias precoces no solamente determinan la evolución psicológica posterior por el posible recuerdo psicológico que dejan.

Las experiencias o estimulaciones precoces pueden modificar incluso el panorama madurativo cerebral con todo lo que eso significa para la evolución psicológica. El cerebro también se programa.

Fuente: Temas Clave de Aula Abierta Salvat – La evolución psicológica del hombre. Publicado en el año 1982
Autor: Carmelo Monedero

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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