Seguimos con nuestro afán por remover, por rebuscar entre todo lo que llevamos publicado aquí, en Batiburrillo.net, con el fin de ofreceros entradas o artículos relevantes. Ya hemos hecho otras selecciones, hoy nos decantamos por todo lo que tiene como denominador común la Imaginación, algo que solo adorna a algunos privilegiados.
Hemos escogido 5 artículos que, en principio, no tienen nada en común. Aunque tal vez no estés de acuerdo con nuestra afirmación y defiendas que todos están relacionados, y puede ser que tengas razón. Para estar seguro tendrás que leerlos (o releerlos, si ya los has leído antes).
A falta de batidora, bueno es taladro
Todos conocemos las funciones propias de cada uno de estos aparatos, de la batidora y del taladro. Aparentemente, aunque ambos se basen en el giro a gran velocidad, no podemos utilizarlos con el mismo fin. Si queremos preparar la crema que nos va a servir para hacer un helado de vainilla o limón, si vamos a preparar un sorbete, o si deseamos batir media docenas de huevos para preparar una suculenta tortilla de patatas, entre una enorme lista de combinados, necesitamos una batidora.
Jugando con frutas
Algunos artistas sólo necesitan disponer de los elementos más prosaicos para crear, para plasmar lo que alimenta su imaginación en objetos reales. Dan Cretu pertenece a este grupo de creativos, sólo necesita naranjas, limones, tomates, pepinos o pimientos para construir pequeños artilugios decorativos que tratan de imitar a otros reales. Los resultados no son impresionantes, tenemos que decirlo, pero nadie puede discutir su originalidad. Cretu sólo necesita fijar en su mente la máquina que va a construir para, rebuscando en la cesta de la fruta, recrear sus ideas, darles vida (vegetal) a objetos en principio inanimados.
Mesa de billar artesanal
El billar es un juego universal, nadie lo puede discutir, de este a oeste, de norte a sur. Si alguien tiene dudas sobre mi afirmación, la universalidad del juego, tendrá que desecharlas al ver la imagen que acompaña el artículo al que os dirige el enlace superior. La mayoría esbozaréis una sonrisa al verla, como me ocurrió a mi, pero, aunque el experimento de los participantes en esta singular partida entre dentro de lo estrambótico, no podemos dejar de sentir un cierto grado de ternura. Recuerdo aquellos tiempos vividos aquí en España, cuando mis amigos y un servidor eramos niños, en que jugábamos, en los solares que había entre las casas de mi barrio y en algunas calles, sin necesidad de disponer de complicados artilugios.
Meditación trascendente
Algunos escribirían, en vez de meditación trascendente, meditación trascendental, al hacer un examen, sazonado de ironía, de la fotografía que tenéis en el artículo referenciado. Nadie puede discutir que lo que podemos deducir de su contemplación es que está más allá de la realidad sensible, no de la espiritual sino de la que anida en el soma. El individuo que ha llegado a tal estado, mejor a tal posición, está embriagado, dominado por la adrenalina que genera el riesgo.
