
Según un nuevo estudio el permanecer solo diez días inactivo fisicamente puede dañar el cerebro. Los cambios producidos pueden influir en la adquisición temprana de la enfermedad de Alzheimer. Con solo cortos periodos de inactividad muscular se pueden producir los deterioros indicados además de afectar negativamente a la actividad física.
En el citado estudio, efectuado por Nathan Kerr, de 27 años, y Frank Booth, de 81 años, y otros colaboradores, se indicó como conclusión que la inactividad física de solo diez días conducen tanto a la resistencia a la insulina como a un aumento en la producción de especies reactivas de oxígeno en el hipocampo, la región del cerebro involucrada en la memoria y el aprendizaje.
Sobre el estudio realizado
Además de lo ya indicado, Kerr y Booth, descubrieron también que solo los citados 10 días de inactividad provocan un incremento en los marcadores de proteínas específicas en el cerebro que están fuertemente asociadas con la enfermedad de Alzheimer.
Está claro que mantenerse físicamente activo no solo es bueno para la salud física, como ya hemos indicado en alguna que otra publicación, sino que también puede preservar la salud del cerebro, previniendo o retrasando potencialmente el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
A tener en cuenta
Frank Booth ha dicho lo siguiente al respecto: «Si comparamos la década de 1940 con la actualidad, la esperanza de vida promedio ha aumentado de alrededor de 60 años a cerca de 70, pero la tasa de diabetes tipo 2 se ha disparado«.
«Si bien la esperanza de vida promedio de los estadounidenses ha mejorado, la esperanza de vida promedio (la cantidad de años sin enfermedades) tiende a disminuir después de los 65 años. La inactividad física ya se ha vinculado con la resistencia a la insulina en el cuerpo, y estamos empezando a comprender mejor la conexión entre el desuso muscular y la resistencia a la insulina en el cerebro. Queremos ayudar a las personas a disfrutar de una vida más plena en sus últimos años«.
Nathan Kerr, que tiene su título de doctorado y trabaja en el laboratorio de W. David Arnold, director ejecutivo de la iniciativa NextGen Precision Health, dijo que nunca olvidará la tutoría que recibió de Booth y las lecciones de vida que aprendió a lo largo del camino.
Kerr dijo lo siguiente para reforzar lo que han mostrado ambos: «Además de su contribución intelectual a mi doctorado, debo agradecerle a Frank por fomentar mi pasión por la ciencia. Me enseñó a luchar por lo que considero importante, y no se me ocurre un mejor ejemplo para enseñar a sus estudiantes a abordar la ciencia con motivación y pasión«.
Conclusión
Aunque no se trata de un estudio amparado totalmente por la ciencia, las conclusiones a las que han llegado los autores del mismo confirman otras muchas publicaciones relacionadas con el tema. Si accedemos a Journal of Applied Physiology podremos leer el artículo que muestra información sobre lo indicado.