Un grupo de científicos, encabezados por expertos de la Universidad de Birmingham entre otros investigadores, han llegado a la conclusión de que el amamantar a los bebés no solo es bueno para la salud de los pequeños sino que además puede crear un sistema de protección contra infecciones que durará toda la vida.
Hasta ahora se creía que la inmunidad contra enfermedades se transmite de madre a hijo solo durante el periodo de lactancia, que cuando ésta finaliza termina la protección. Se creía que esta inmunidad estaba basada en las proteínas que transmite la madre, destacando los anticuerpos que emplea el sistema inmunológico con el fin de evitar las infecciones de virus y bacterias.
La investigación realizada con ratones, y publicada en Science Advances, llegó a la conclusión de que esta transferencia de inmunidad dura mucho más, no termina con el tiempo de lactancia. La protección no es impulsada por anticuerpos sino por células, que formarán parte del cuerpo del niño durante toda su vida.
Así, los investigadores descubrieron, que los ratones que fueron amamantados por una madre que padecía una determinada infección, adquirían una inmunidad de por vida contra la enfermedad que generaba dicha infección.
Fue la leche materna la que transmitió a los bebés la citada inmunidad y no por los anticuerpos procedentes de las proteínas. Ello significa que, aunque las madres estén expuestas a una enfermedad, transmiten la inmunidad a sus bebés a largo plazo gracias a la leche materna.
El Dr. William Horsnell, director de la investigación, ha dicho lo siguiente: «La transferencia inmune de madre a hijo a través de la lactancia materna es una fuente muy importante de protección contra infecciones tempranas. Esta es la primera demostración de que una infección antes del embarazo puede transferir la inmunidad celular de por vida a los bebés. El trabajo muestra que la exposición a una infección antes del embarazo puede llevar a una madre a transferir los beneficios inmunitarios a largo plazo a su descendencia. Esto es extraordinario y agrega una nueva dimensión a nuestra comprensión de cómo una madre puede influir en nuestra salud«.
Estos hallazgos han despertado el interés en el mundo científico y médico. La vacunación de las madres para proteger a los bebés es muy importante para evitar males durante los primeros días, pero se trata de una protección transitoria. De ahí el diseño de nuevas vacunas, para administrar a las madres, que tengan una actuación a largo plazo.
«Esperamos que esta investigación conduzca a estudios en humanos sobre cómo la exposición materna a patógenos antes del embarazo puede influir en la salud infantil«, ha dicho el profesor Kai-Michael Toellner, del Instituto de Inmunología e Inmunoterapia de la Universidad de Birmingham.
Conclusión
Lo que está claro es que el amamantar a los bebés es siempre beneficioso. Los niños no solo disfrutarán de la leche que les proporciona el pecho de su madre sino que también tendrán una vida más sana.