Si nos dicen que cronometremos 45 minutos y disponemos de un cronómetro o de un reloj, la cosa no presenta dificultad ninguna. Los cronómetros sirven para eso, con el permiso de Einstein. Pero, desgraciadamente, hemos perdido nuestro cronómetro y sólo disponemos de un par de mechas absolutamente distintas e irregulares en lo que se refiere a composición, longitud y velocidad de combustión; es decir, que arden de una manera absolutamente irregular. También disponemos de una caja de cerillas para prender fuego a nuestras mechas. Se sabe a ciencia cierta que cada una de las mechas, arde exactamente en una hora.
En estas circunstancias, nos piden que cronometremos 45 minutos. ¿Cómo podríamos hacerlo?
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Solución
Los que no sean capaces de resolver el problema o quieran comprobar si su solución es válida, pueden leer lo que viene a continuación:
Se enciende una de ellas por los dos extremos y la otra por uno. Cuando la primera mecha se ha consumido (obviamente a los 30 minutos), se enciende el segundo extremo de la segunda. De ella quedan 30 minutos, pero encendida por los dos extremos solo durará 15.
En total, 30 + 15 = 45 minutos.