El hombre no ha dejado jamás de reflexionar sobre la muerte. Ocurre ahora y ocurrió siempre. Todos, o casi todos, piensan a menudo, dependiendo de las circunstancias, cual es el origen de la muerte, las causas que la producen, las modalidades que la acompañan, y las consecuencias que trae consigo. Todo ello debido a que la muerte es un fenómeno humano.
En el año 1974, el filósofo y sociólogo Edgard Morin, afirmaba que las ciencias del hombre apenas han incidido en el estudio de la muerte, a pesar de que está ahí, de que no se puede eludir. Siempre que se habla del tema todo se centra en las especulaciones.
La muerte y su incidencia cultural
Se trata de una gran contradicción, ya que la muerte es uno de los rasgos con mayor incidencia cultural. La muerte supone una ruptura absoluta entre el mundo de una persona y el mundo animal. La desconexión es irreversible, no hay vuelta atrás. Se dice que el hombre es tal desde que entierra a sus muertos. Con esta actitud se introduce la racionalidad en el proceso físico de la Naturaleza.
La hominización está ligada a la actitud del hombre ante la muerte. Para llevar a cabo cualquier proyecto es necesario tener en cuenta la muerte y todo lo que va ligado a ella. Gracias a lo indicado es posible comprender qué es el ser humano.
La muerte y la vida
La muerte es opuesta a la vida. El filósofo francés Jean Paul Sartre dijo al respecto: «Se trata de una cancelación siempre posible de lo que puedo ser, lo cual está fuera de mis posibilidades«. La ciencia no puede, al respecto, fijar un campo de experiencias verificables.
La carencia de estudios científicos con respecto a la muerte, debido a lo que ya hemos indicado, es un síntoma y consecuencia en la sociedad contemporánea. De ahí la negación de la muerte, tal vez debido a que la tecnología apunta a un posible dominio de la Naturaleza, y el fin de la vida personal supone un gran obstáculo a la hora de llegar a un mundo sin fisuras.
A tener en cuenta
La muerte es un tabú para el hombre. El miedo, la angustia, la desolación, y también la serenidad y la esperanza, marcan este aspecto. Solo hay que darle un vistazo a la historia de cultura humana para comprobar que la muerte ocupa un lugar destacado. Ella y el amor son el tema primordial para una gran cantidad de poetas a la hora de elaborar sus escritos.
El acercarse al tema de la muerte presenta grandes dificultades. No solo las hay en el terreno científico, sino también en el campo artístico, en el de la espiritualidad, en el pensamiento y en la antropología. Todo ello cimentado en lo que se ha dicho y especulado sobre la muerte.
NOTA: Para escribir este artículo me he basado en La muerte: realidad y misterio, publicado en Temas Clave en el año 1982.