Cada vez se realizan más estudios científicos con el fin de atajar males que nos aquejan. Algunos de ellos no tienen mucho sentido, hay que reconocerlo, pero otros persiguen beneficios y los consiguen. En esta labor de investigación se encuentran activos varios proyectos que tratan de buscar el origen de algunas enfermedades y trastornos de tipo somático y psíquico. En esta línea, los medios han publicado reportajes sobre el autismo, sus posibles causas y sistemas de prevención. El último es el que se refiere a la incidencia de la obesidad en el embarazo en el desarrollo del autismo, el mal que afecta a la comunicación, la socialización y la reciprocidad en el trato en las personas que las padecen.
Todos sabemos que la obesidad es un problema que afecta a muchas personas, no sólo en Estados Unidos sino en otros muchos países, incluido España. La obesidad durante el embarazo puede traer consigo un incremento en las posibilidades de tener un hijo con autismo. Según un estudio patrocinado por el Instituto Nacional de Salud de USA, con la participación de la Universidad de California, este incremento pasa de 1 en 88 a 1 en 53 cuando las mujeres tienen un peso excesivo, son obesas.
En investigaciones anteriores se relacionó la obesidad durante el embarazo con otros males, como los nacimientos prematuros y algunos defectos congénitos, pero nunca se había enfocado el estudio hacia su relación con el autismo. Ello surgió tras el aumento del número de niños autistas y de mujeres obesas. Aunque se necesita ahondar más en los estudios, la sospecha está ahí, tras las coincidencias detectadas.