Para sobrevivir hay que respirar. La respiración de aire fresco es muy importante. Influye notablemente sobre el cerebro y contribuye a una buena salud mental, según los resultados obtenidos de varios estudios. La información la realizaron en el Departamento de Medicina Clínica de la Universidad de Aarhus, resultados que podemos examinar en Neuroscience.
Se tuvieron en cuenta varias investigaciones sobre imágenes cerebrales de roedores, monos y humanos. Se aplicó un modelo computacional que indica como nuestros sistemas de respiración influyen notablemente en la forma que adquiere el cerebro.
El profesor Micah Allen, director del estudio, ha dicho lo siguiente: «Lo que descubrimos es que, en muchos tipos diferentes de tareas y animales, los ritmos cerebrales están estrechamente relacionados con el ritmo de nuestra respiración. Somos más sensibles al mundo exterior cuando inhalamos, mientras que el cerebro se desconecta más cuando exhalamos. Esto también se alinea con la forma en que algunos deportes extremos usan la respiración, por ejemplo, los tiradores profesionales están entrenados para apretar el gatillo al final de la exhalación«.
La importancia de la respiración
«El cerebro y la respiración están estrechamente entrelazados de una manera que va mucho más allá de la supervivencia, para impactar realmente nuestras emociones, nuestra atención y cómo procesamos el mundo exterior. Nuestro modelo sugiere que existe un mecanismo común en el cerebro que vincula el ritmo de la respiración con estos eventos«, ha dicho Allen.
Se deduce que la respiración da forma a nuestro cerebro, y también a nuestro estado de ánimo, a nuestros pensamientos y a nuestro comportamiento. De ahí lo importante que puede ser para prevenir y tratar mejor las enfermedades mentales.
Micah Allen ha dicho lo siguiente: «La dificultad para respirar se asocia con un gran aumento en el riesgo de trastornos del estado de ánimo como la ansiedad y la depresión. Sabemos que la respiración, las enfermedades respiratorias y los trastornos psiquiátricos están estrechamente relacionados. Nuestro estudio plantea la posibilidad de que los próximos tratamientos para estos trastornos puedan encontrarse en el desarrollo de nuevas formas de volver a alinear los ritmos del cerebro y el cuerpo, en lugar de tratarlos de forma aislada«.
En el yoga y en la meditación se utiliza la respiración como método adecuado con el fin de estabilizar la mente. En el estudio que citamos se deduce que el cerebro hace esto posible. Existen tres vías en el cerebro para conseguir lo indicado.
Conclusión
Este estudio sirve para activar un nuevo objetivo de investigación, dirigido a personas con trastornos respiratorios o del estado de ánimo. Micah Allen ha dicho al respecto lo siguiente:
«Usaremos una combinación de neuroimágenes humanas y animales para comprender mejor cómo la respiración influye en el cerebro, y también utilizaremos la exploración de cómo las diferentes drogas influyen en la interacción respiratoria-cerebral. También nos gustaría estudiar algún día cómo los factores del estilo de vida como el estrés, el sueño e incluso cosas como la natación en invierno influyen en la interacción entre la respiración y el cerebro. Estamos muy ilusionados en continuar con esta investigación«.