La soledad, además de los problemas que provoca en el aspecto psicológico de cada persona, también es mala para el corazón. Puede estar ligada a la muerte prematura, tal como nos cuentan en European Society of Cardiology. No es lo mismo el vivir solo que el sentirse solo, que es a lo que se refieren en el estudio.
Según lo que cuentan responsables del estudio, hoy la soledad tiene un alto nivel de incidencia. Son cada vez más las personas que viven aisladas, sin comunicarse con nadie, sumidas en una profunda depresión. Ello trae consigo la intensificación de las enfermedades coronarias y de los accidentes cerebrovasculares.
Lo que encierra el estudio
Se analizaron los resultados tras efectuar investigaciones con 13.643 pacientes que padecían isquemia cardíaca, arritmias, insuficiencia cardíaca o enfermedades centradas en las válvulas del corazón. Los datos de los registros de pacientes en cinco centros cardíacos de Dinamarca se combinaron con encuestas referidas a su salud física y mental y a factores de estilo de vida, como fumar, y hábitos de apoyo social.
El apoyo social se analizó tanto en personas que viven solas como en las que viven con otras. Se hicieron preguntas como las siguientes: ¿Tienes alguien con quien hablar cuando lo necesitas? ¿Te sientes solo algunas veces a pesar de que quieres estar con alguien? «Fue importante recopilar información sobre ambos, ya que las personas pueden vivir solas pero no sentirse solas mientras otras cohabitan, pero se sienten solas«, explicó la Sra. Vinggaard Christensen.
La soledad afecta a todos
No importa ni la edad, ni el nivel de educación, ni el indice de masa corporal, ni el tabaquismo, ni la ingesta de alcohol, la soledad afecta a todos o a casi todos por igual produciendo, como hemos dicho, enfermedades que afectan al corazón. El riesgo de muerte que provoca la soledad en las mujeres es alto, ligeramente mayor que en los hombres.
Tanto los hombres como las mujeres que se sienten solos tienen tres veces más probabilidades de mostrar síntomas de ansiedad y depresión, y poseen una calidad de vida significativamente más baja que aquellos que no se sienten solos.
Conclusión
Lo ha dicho Vinggaard Christensen: «La soledad es un fuerte predictor de muerte prematura, peor salud mental y menor calidad de vida en pacientes con enfermedad cardiovascular, y un predictor mucho más fuerte que vivir solo, tanto en hombres como en mujeres«. Las personas que no tienen apoyo social, o que éste es deficiente, poseen por tanto unos malos resultados en su salud por sus estilos de vida poco saludables, son menos compatibles con el tratamiento y se ven más afectados por los eventos estresantes.