Siempre me han impresionado las alturas. No es un problema de vértigo, pero nunca me gusto el vacío, ese inmenso espacio que hay entre el cielo y la tierra. Tal vez por ello me ha sorprendido gratamente por su originalidad, estructura, diseño y altura la torre Hamra Firdous, construida en Kuwait. (Creo que nunca me subiría a ella). Es la más alta del país que se enclava en la costa del Golfo Pérsico. Llega a los 412 metros de altura.
Su forma de cilindro rasgado, retorcido sobre si mismo, con un diseño que busca maximizar los espacios abiertos, desde los que se pueden examinar los espacios cercanos y lejanos, y minimizar los cerrados con el fin de evitar la influencia del calor solar, intenso en la zona. La torre aloja un complejo comercial, aún sin completar (está previsto hacerlo a principios de este año), en el que hay oficinas, varios comercios de alto nivel, un gimnasio y un restaurante.
Visto en Arch Daily