Lo he recibido en mi correo hace ya algún tiempo. (De hecho lo acabo de recuperar del fondo del baúl, de una de esas páginas semiolvidadas en Batiburrillo.net). Relata el diálogo entre una empleada de Telefónica y un particular. Aunque el diálogo es inventado, la primera parte podría ser una copia exacta del que, en múltiples ocasiones, soporta cualquier persona. Es el acoso que provocan las actuales campañas de marketing. No son sólo las compañías telefónicas, también podemos incluir a los bancos, a las editoriales, a cualquier compañía que trabaje en el sector servicios. Entran en la cocina o en el salón de nuestra casa sin permiso (contraviniendo en ocasiones la legislación existente), e intentan convencernos de lo que es mejor para nosotros, sin que lo hayamos solicitado. Lo que viene a continuación es una venganza de un usuario con una empresa. Léelo con calma, no tiene desperdicio.
Riiiin…riiiin…!
– ¿Hola?
– ¿Buenos días, es usted el titular de la línea?
– Sí, soy yo mismo
– ¿Me puede decir su nombre por favor?
– José Luis
– Señor José Luis, le llamo de Telefónica para ofrecerle una promoción consistente en la instalación de una línea adicional en su casa, en donde usted tendrá derecho a…
– Disculpe la interrupción señorita, pero, ¿exactamente quien es usted?
– Mi nombre es Silvina Maciel, de Telefónica y estamos llamando…
– Silvina, discúlpeme, pero para nuestra seguridad me gustaría comprobar algunos datos antes de continuar la conversación, ¿le importa?
– No tengo problemas señor
– ¿Desde que teléfono me llama? En la pantallita del mío solo pone «NUMERO PRIVADO»
– El interno mío es el 1004
– ¿Para qué departamento de Telefónica trabaja?
– Telemarketing Activo
– Me podría dar el número de trabajadora de Telefónica?
– Señor, disculpe, pero creo que toda esa información no es necesaria…
– Entonces lamentablemente tendré que colgar, porque no tengo la seguridad de hablar con una trabajadora de Telefónica
– Pero yo le puedo garantizar…
– Vea Silvina, cada vez que yo llamo a Telefónica, antes de poder comenzar cualquier trámite, estoy obligado a dar mis datos a toda una legión de empleados…
– Está bien seor, mi número es el 34591212
– Un momento mientras lo verifico, no se retire Silvina…
(Dos minutos)
– Un momento por favor, toda la gente en casa se encuentra ocupada….
(Cinco minutos)
– ¿Señor?
– Un momento por favor, toda la gente en casa se encuentra ocupada….
– Pero…¡Hola señor…!
– Sí Silvina, gracias por la espera, nuestros sistemas están un poco lentos hoy… ¿Cuál era el asunto de su llamada?
– Lo llamo de Telefónica, estamos llamando para ofrecerle nuestra promoción «Línea Adicional», en la que usted tiene derecho al uso de otra línea a muy bajo costo. ¿Usted estará interesado José Luis?
– Silvina, le voy a comunicar con mi mujer, que es la encargada de la sección de adquisición de productos técnicos de la casa; por favor, no se retire.
(Coloco el auricular del teléfono delante de un grabador y pongo el CD de Caribe Mix 2004 con el Repeat activado. Sabía que algún día, esa droga de música me sería útil. Después de sonar el CD entero, mi mujer atiende el teléfono)
– Disculpe por la espera, me puede decir su teléfono pues en la pantallita del mío solo aparece «NUMERO PRIVADO».
– 1004
– Gracias, ¿con quien estoy hablando?
– Con Silvina
– ¿Silvina qué?
– Silvina Maciel (mostrando ya cierta irritación en la voz)
– ¿Cuál es su número de trabajadora de Telefónica?
– 34591212 (más irritada todavía)
– Gracias por la información Silvina, ¿en qué puedo ayudarla?
– La llamo de Telefónica, estamos llamando para ofrecerle nuestra promoción «Línea Adicional», en la que usted tiene derecho a otra línea. ¿Estará interesada?
– Voy a ingresar su solicitud en nuestro programa de Nuevas Adquisiciones y dentro de algunos días contactamos con usted. ¿Puede anotar el numero de ingreso al programa por favor?… ¿Hola?, ¿hola?
TU…TU…TU…TU…