La vitamina del sol, la vitamina D, es fundamental para tener una vida saludable. Es algo que se sabe desde hace muchos años. En nuestro cuerpo disponemos de la conocida como provitamina D, que se convierte en la vitamina del mismo nombre por la acción de los rayos solares. Si esto no ocurre, porque el astro rey no luce o nosotros no nos sometemos a su luz, es conveniente tomar una pastilla, que contenga dicha vitamina D, diariamente o cada un número determinado de días.
La vitamina D proporciona una fuente natural de una de las hormonas esenciales para nuestro cuerpo, especialmente los huesos. Si no tomamos vitamina D en pastilla cuando está ocurriendo lo indicado en el párrafo anterior, no solo los huesos sufren las consecuencias sino que también surgen problemas en la salud cardiovascular.
Resultados de estudio sobre la necesidad de la vitamina D
Investigadores del Centro Australiano de Salud de Precisión de UniSA, en SAHMRI, han identificado evidencia genética del papel de la deficiencia de vitamina D en la causa de enfermedades cardiovasculares. Las personas con deficiencia de vitamina D tienen más probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas y presión arterial más alta que aquellas con niveles normales de vitamina D. En European Heart Journal se publican los resultados de este estudio.
Se sabe que hay un nivel preocupante de personas que registran niveles bajos de vitamina D. La profesora Elina Hyppönen, investigadora principal en el estudio llevado a cabo, ha dicho que apreciar el papel de la deficiencia de vitamina D en la salud del corazón podría ayudar a reducir la carga global de enfermedades cardiovasculares.
Lo que ha dicho la profesora Elina Hyppönen
«La deficiencia severa es relativamente rara, pero en entornos donde esto ocurre, es muy importante ser proactivo y evitar efectos negativos en el corazón. Por ejemplo, la deficiencia puede ser un problema para las personas que viven en residencias y que pueden tener una exposición limitada al sol«.
«También podemos obtener vitamina D de los alimentos, incluidos el pescado azul, los huevos y los alimentos y bebidas enriquecidos. Dicho esto, la comida es, lamentablemente, una fuente relativamente pobre de vitamina D, e incluso una dieta saludable no suele contener suficiente«.
«Si no obtenemos vitamina D a través del sol, este es uno de los nutrientes raros por los que a veces necesitamos tomar un suplemento diario para satisfacer las necesidades«.
«Comprender la conexión entre los niveles bajos de vitamina D y las enfermedades cardiovasculares es especialmente importante, dada la prevalencia mundial de esta enfermedad mortal«.
«Nuestros resultados son emocionantes ya que sugieren que si podemos elevar los niveles de vitamina D dentro de las normas, también deberíamos afectar las tasas de ECV. En nuestra población de estudio, al aumentar los individuos con deficiencia de vitamina D a niveles de al menos 50 nmol / L, estimamos que el 4.4 por ciento de todos los casos de ECV podrían haberse prevenido«.
Conclusión
Está claro que si no tomamos el sol y no consumimos los alimentos que aportan altos niveles de vitamina D, debemos recurrir al medicamento que citamos en el primer párrafo de esta publicación. Aunque hay más de uno, en la lista destaca el Hidroferol.