No hacía falta que hiciesen un estudio para descubrirme que el utilizar un buscador en Internet con el fin de descubrir hechos y conceptos, y de ampliar conocimientos, me hace creer que soy más inteligente, y supongo que a ti te ocurre lo mismo. Pero a esta conclusión se ha llegado tras efectuar un estudio en la Universidad de Yale, tal como acabo de descubrir en un artículo publicado hace ya algún tiempo en la revista de la American Psychological Association.
A pesar de lo dicho en el párrafo anterior, sabemos que en muchos casos la realidad es otra, que algunas personas se consideran poseedoras de la verdad porque son capaces de resolver todas (o casi todas) sus dudas, y las que otros les plantean, recurriendo a Google y similares. Si están en al calle, utilizan su móvil para responder a la pregunta que alguien ha planteado, y en casa o en el trabajo utilizan la tablet o el ordenador. Y se creen que la respuesta es de su cosecha. Sabemos que no es así, que su memoria no guardaba la información proporcionada. Que para conseguir la respuesta tuvieron que recurrir a un elemento externo. Y está claro que la inteligencia, como tal, no tiene nada que ver en el proceso.
En el citado experimento de la Universidad de Yale se utilizaron un total de mil personas con el fin de hacerles preguntas variadas. Dentro del grupo, los que usaban Internet con frecuencia, creían que sabían más que el resto, aunque no fuesen capaces de responder a muchas de las preguntas. La navegación por la red les había dado un toque especial. Se creían más listos.
El disponer de toda la base de conocimientos al alcance de los dedos no significa que éstos (los conocimientos) estén consolidados, tal como explica el profesor Frank Keil, uno de los artífices del estudio. No es lo mismo lo que sabemos, que lo que creemos que sabemos. Los conocimientos han de adquirirse en un proceso laborioso que requiere de tiempo y esfuerzo. Lo que puede hacer Internet es engañar a algunos, hacer creer a unos cuantos que saben lo que no saben. En muchos casos ya no recuerdan por la tarde lo que descubrieron por la mañana.
Excelente.