La afirmación que da título a este artículo no es gratuita. La calumnia y la injuria viven desde el origen de los tiempos con los seres humanos. Hay unas cuantas personas, más de las que creemos, que recurren a la ofensa, al agravio, a la falsedad, con el fin de obtener un beneficio o de degradar a la víctima. Tratan de engañar acusando a un semejante imputándole acciones que no ha cometido. En nuestro quehacer diario vemos como algunos pierden su honorabilidad con el fin de perjudicar a otros. Ahora descubrimos que más de la mitad de los delitos en los que las calumnias e injurias son sus protagonistas se producen en Facebook, Twitter y similares, tal como explica la Policía Nacional.
Nos lo cuentan en Yahoo! Noticias, haciéndose eco de una noticia de la agencia Efe. El fundamento está en que estos medios, redes sociales, son lugares propicios para el insulto, el acoso, la suplantación de personalidad o las faltas de respeto. Hay muchos irresponsables que se esconden, o así lo creen, en el anonimato para dar rienda suelta a sus ansias de venganza. El crecimiento de los delitos cometidos en estos servicios sigue una línea de crecimiento en progresión geométrica. Ya ocupa el tercer lugar en los casos abiertos por la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía (BIT), tras la pornografía infantil y las estafas perpetradas en Internet.
Las amenazas de muerte y los intentos de secuestro propagados en Twitter contra personajes populares como Eva Hache, Juanma Castaño o Risto Mejide, han obligado a la Policía y a la Guardia Civil a tomar medidas especiales y avivar sus esfuerzos con el fin de detener a los culpables. La colaboración ciudadana ayuda a los responsables del cumplimiento de la ley en la realización de su labor.
La Policía Nacional atiende cada día en Twitter (@policia) entre 20 y 25 mensajes de denuncia por amenazas, injurias o robos de identidad. El nuevo equipo del Ministerio del Interior se está esforzando en la lucha contra el ciberdelito, incrementando el número de efectivos y el aumento de presencia policial en las redes sociales.