Somos más las personas que vivimos en ciudades y pueblos que las que viven en el campo, en contacto directo con la naturaleza. Los tiempos que estamos viviendo, por culpa de los males producidos por culpa de algunos virus y por otros elementos, provocan, entre otros daños, depresiones en muchos de los que vivimos en una calle, rodeados de edificios.
El entorno en el que vivimos influye de manera intensiva en la salud mental. Varios estudios muestran que el espacio verde urbano ofrece un beneficio en las personas propensas a padecer estados depresivos. La información de estos estudios no era muy relevante ya que no se incluían detalles importantes.
Los árboles en la calle y la depresión
Un equipo de investigación de UFZ, iDiv y la Universidad de Leipzig ha tratado de mejorar la información existente hasta ahora incluyendo un indicador objetivo: prescripciones de antidepresivos, tal como nos cuentan en Street trees close to the home may reduce the risk of depression, dentro de la revista Neuroscience.
El estudio estuvo centrado en averiguar si un tipo específico de espacio verde cotidiano (árboles de la calle que salpican las aceras del vecindario) podría influir positivamente en la salud mental.
Para establecer conclusiones se centraron en la realización de preguntas a los participantes sobre cómo se correlacionaban el número y el tipo de árboles de la calle, así como su proximidad a la casa en la que vivían, con el número de antidepresivos prescritos.
Análisis de los participantes
En el estudio participaron alrededor de 10.000 personas, todas ellas habitantes de la ciudad de Leipzig. Además de tener en cuenta lo indicado en el párrafo anterior, se tomó nota del número y tipo de árboles próximos al hogar de cada uno de los participantes y de los antidepresivos que tomaban, también se tuvieron en cuenta el empleo, el sexo, la edad y el peso corporal de cada persona.
Cuanto mayor era el número de árboles próximos al hogar de cada participante, a menos de 100 metros, se comprobó que las personas necesitaban menos depresivos. Ello significa que los árboles de las calles en las ciudades pueden servir como una solución basada en la naturaleza para una buena salud mental.
Al mismo tiempo, los árboles de la calle también pueden ayudar a reducir la brecha en la desigualdad en salud entre grupos sociales económicamente diferentes. Sin embargo, en este estudio no se pudo demostrar ninguna asociación de tipos de árboles y depresión.
Conclusiones
La autora principal del estudio, la Dra. Melissa Marselle, ha dicho lo siguiente: «Nuestro hallazgo sugiere que los árboles de la calle, una forma de espacio verde urbano a pequeña escala y de acceso público, pueden ayudar a cerrar la brecha en las desigualdades en salud entre grupos sociales económicamente diferentes. Esta es una buena noticia porque los árboles de la calle son relativamente fáciles de conseguir y su número puede aumentarse sin mucho esfuerzo de planificación«.
La profesora Aletta Bonn, quien dirige el departamento de servicios ecosistémicos en UFZ, iDiv y Friedrich-Schiller-University Jena, añadió lo siguiente: «Proponemos que agregar árboles en las calles en áreas urbanas residenciales es una solución basada en la naturaleza que no solo puede promover la salud mental, sino que también puede contribuir a la mitigación del cambio climático y a la conservación de la biodiversidad. Para crear estos efectos de sinergia, ni siquiera se necesitan parques caros a gran escala: más árboles a lo largo de las calles serán suficientes. Y esa es una medida relativamente económica«.