Se ha hablado (y se sigue hablando) mucho sobre el tema. Se ha dicho, y aún se sigue diciendo, que los cerebros de los hombres no son iguales a los de las mujeres, que hay elementos fundamentales en estos órganos que marcan diferencias, pero al parecer no es así, según alguna que otra opinión amparada en la Ciencia. ¿Es o no cierto?
Es evidente que los hombres y las mujeres somos distintos en una notable cantidad de aspectos, no solo en lo referente a la constitución física sino también en lo que se encuadra dentro del comportamiento y de todo lo que va ligado a la psicología. En el terreno neurológico se ha dicho desde tiempos inmemoriales que existen grandes diferencias, pero Lise Eliot, profesora de neurociencia en la Escuela de Medicina de Chicago y autora de Pink Brain, Blue Brain, ha desmentido todas las teorías al respecto. Ha dicho que los cerebros de hombres y mujeres son exactamente iguales.
En el Aspen Ideas Festival ha explicado que el cerebro es igual en ambos sexos, que no existe ninguna diferencia entre ambos órganos, el que corresponde al sexo masculino y el propio del sexo femenino. Las diferencias que se perciben en las actuaciones de hombres y mujeres no dependen de aspectos biológicos sino que son consecuencia de los diferentes procesos de socialización que marcan a cada sexo.
Ha dicho Eliot lo siguiente: «Todos, independientemente de su sexo, pueden ser competitivos o agresivos, pero los hombres y las mujeres pueden tener diferentes formas de expresar esos rasgos basados en las normas sociales«.
El que el tamaño del cerebro masculino sea por término general más grande que el femenino, tal como ocurre con otros órganos corporales, no significa que los cerebros sean distintos y, por consiguiente, no funcionen de la misma forma.
Está claro que las discusiones sobre el tema seguirán en vigor, pero ello no es óbice para no tener en cuenta lo que ha dicho y defendido Lise Eliot. Ella dice, atendiendo a la popular frase la gente dice que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, que «el cerebro es un órgano unisex«.
«Vivimos en un mundo binario de género. La suposición por defecto es que estas diferencias están cableadas … Pero los cerebros de hombres y mujeres no son mucho más [diferentes] entre sí que los corazones o los riñones masculinos o femeninos«. Es la conclusión a la que llega Lise Eliot.
Fuente: The Atlantic