En España se pusieron de moda cuando se prohibió fumar en locales públicos, pero llevaban ya tiempo funcionando. Me refiero a los cigarrillos electrónicos. En la ciudad en la que vivo surgieron algunas tiendas dedicadas a su venta, pero la mayoría ya han desaparecido, debido sobre todo a que no funcionaron como negocio.
Desde hace algún tiempo se lleva hablando de los daños que producen los cigarrillos electrónicos. En Estados Unidos se habla de que se va activar su prohibición, tras haberla llevado a cabo en otros países.
Ahora, tal como nos cuentan en European Society of Cardiology, un notable grupo de cardiólogos han emitido un comunicado, tras realizar una completa investigación, sobre los peligros que acompañan a los cigarrillos electrónicos. Sobre todo los jóvenes pueden sufrir terribles daños que afectan a su cerebro, corazón, vasos sanguíneos y pulmones.
El profesor Thomas Münzel, del Departamento de Cardiología del Centro Médico Universitario de Mainz, en Alemania, director del estudio, ha dicho que, debido a los daños que provocan y a la adicción que generan, debían ser prohibidos. De hecho, en algunos países ya se ha hecho. En la lista se incluyen India, Brasil, Singapur, México y Tailandia. Y hay otros a punto de hacerlo.
«Necesitamos centrarnos en la juventud porque este es, con mucho, el mercado más grande. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, más de 3.6 millones de niños usan, en el país, cigarrillos electrónicos, con alto índice de crecimiento en los centros de secundaria, según los informes del uso de cigarrillos electrónicos desde 2017 hasta 2018. Y en el Reino Unido, el 1.6% de las personas de entre 11 y 18 años usa cigarrillos electrónicos más de una vez por semana, en comparación con el 0.5% en 2015. El vapeo, que en realidad estaba destinado a ayudar a los fumadores a dejar de fumar, se convirtió en una tendencia entre los jóvenes en los Estados Unidos, que conduce a la adicción a la nicotina, incluso entre aquellos que no habían fumado antes«, ha dicho el profesor Thomas Münzel.
El profesor Münzel ha dicho también que los gobiernos deben poner todos los medios necesarios para impedir el uso de estos cigarrillos. Dijo lo siguiente al respecto: «No podemos permitir que toda una generación se vuelva adicta a la nicotina«.
Pero ese no es único mal producido, la adicción a un producto nocivo, sino que también se descubrieron los males apuntados. Para ello, el equipo de investigación analizó el efecto del vapor del cigarrillo electrónico sobre el flujo sanguíneo en la arteria braquial, en la parte superior del brazo, en 20 fumadores sanos antes de vaporizar un cigarrillo electrónico y luego 15 minutos después de haber fumado.
Un único vapeo aumentó la frecuencia cardíaca y provocó endurecimiento en las arterias. Además, el endotelio, el revestimiento interno de las arterias dejó de funcionar correctamente. Con ello los vasos sanguíneos dejaron de dilatarse y contraerse. La disfunción endotelial está involucrada en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Es evidente que los cigarrillos electrónicos no son una solución válida a los cigarros tradicionales, sino todo lo contrario. Y, aunque no se sabe cuales serán las consecuencias de su consumo a largo plazo, el estudio sirve para abrir los ojos de los fumadores.
Actualización 15/11/2019
Apple ha tomado una medida tajante: todas las aplicaciones que tienen algo que ver con el vapeo han sido retiradas de la App Store.