Cada vez son más las personas que están enganchadas a las redes sociales. Ello supone que su actividad en las mismas ocupe altas cotas. Lo malo de estas acciones es que en muchos casos pueden ocasionar problemas, en muchos casos irreversibles antes de someterse a acciones especiales.
Según un reciente estudio de U.S. Surgeon General, publicado en formato PDF en inglés con el título Social Media and Youth Mental Health (Las redes sociales y la salud mental de los jóvenes), se ha comprobado que las redes sociales afectan negativamente al cerebro de los adolescentes, y también perjudican a sus relaciones sociales.
Algunos padres ya están pensando en desinstalar Internet en su hogar con el fin de que sus hijos menores no puedan acceder a las controvertidas redes sociales. Es evidente que la ruptura traerá consigo otros males, por ello habrá que averiguar, contactando con expertos, las medidas a tomar.
Resultados de la investigación
En el informe indicado, tras examinar el título, da la impresión de que todas las acciones en redes sociales son malas, pero esto no es así. La psicóloga Tia Kim, vicepresidenta de educación, investigación e impacto en Committee for Children, una organización mundial sin fines de lucro que apoya el bienestar socioemocional de más de 26,9 millones de niños cada año, ha dicho lo siguiente:
«Cuando los padres y cuidadores ven los titulares aterradores que resultan de informes como este, es fácil llegar a la conclusión de que las redes sociales automáticamente son realmente malas para los niños. Están diciendo que aunque hay buena evidencia o tendencias de que las redes sociales pueden ser potencialmente dañinas, los investigadores aún necesitan aprender mucho más«.
Se muestra una relación entre el uso de las redes sociales y los graves daños, centrados en la salud mental, que pueden causar en los menores. Stephanie Marcello, psicóloga jefe de Rutgers University Behavioral Health Care, ha dicho al respecto: «Los jóvenes que revisaban sus plataformas de redes sociales con más frecuencia tenían más probabilidades de ser sensibles a las recompensas y castigos sociales en general«.
Las redes sociales y el cerebro de los niños y adolescentes
Los niños y adolescentes se encuentran en una etapa de desarrollo que marcará el mañana. Según algunos expertos, durante la pubertad «el cerebro sufre cambios de desarrollo dramáticos«. En el proceso destaca «las regiones del cerebro asociadas con el deseo de atención de los compañeros se vuelven cada vez más sensibles«.
El mayor problema es que, en niños y adolescentes, las redes sociales pueden traer consigo un proceso de inhibición en las habilidades sociales de la vida real. Ello, obviamente, trae consigo que no existan comunicaciones cara a cara, algo que es muy necesario siempre, pero sobre todo cuando se está iniciando la vida.
Lo que deben hacer los padres
Los padres juegan un papel importante. No es recomendable, como ya hemos indicado, el prohibir totalmente el uso de las redes sociales por parte de sus hijos, ya que con ello no se les permitirá comunicarse con sus amigos por medio del sistema más utilizado hoy.
Lo que sí deben hacer los padres, tal como nos indica uno de los expertos en la investigación, «es monitorear de cerca las redes sociales de sus hijos durante la adolescencia temprana, especialmente, aproximadamente entre los 10 y los 14 años«.
Conclusión
Lo dicho por Tia Kim nos sirve como recomendación final:
«La forma más fácil en que los padres pueden ayudar a mitigar estos posibles efectos nocivos en los adolescentes es duplicar la enseñanza de habilidades a los niños, como la autoconciencia para comprender cómo se muestran en las redes sociales, lo que debe reflejar sus valores y la autodisciplina para establecer límites saludables en las redes sociales. consumo y toma de decisiones responsables para ser un buen ciudadano digital y denunciar cosas como el ciberacoso«.
es interesante que se tomen la molestia de hablar sobre esta problemática porque podemos aprender a reconocer cuando una persona esta siendo afectada por las redes sociales