Es la conclusión a la que han llegado en National Institutes of Health, tras la realización de un estudio sobre el tema. Los niños, con edades comprendidas entre uno y tres años, cada vez pasan más tiempo delante de las pantallas de televisores, dispositivos móviles y ordenadores.
Existen recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que apuntan a que los niños en edad preescolar no deben estar más de una hora hora al día delante de una pantalla. Lo mismo indican varias organizaciones pediátricas. Los menores tienen que ocupar su tiempo en actividades que intensifiquen la actividad corporal, como los juegos de antaño.
Según el NIH (National Insitutes of Health) el tiempo de permanencia de los menores delante de pantallas se incrementa de 53 minutos cuando tienen un año, a 150 minutos, casi tres horas, cuando llegan a los tres años.
Las niñeras digitales no deben ser una solución cómoda para los padres. Dejar libres a sus hijos para que se entretengan, sin control, con juegos digitales entraña altos riesgos. Los niños no solo pueden ver afectada su vista sino que también pueden verse sometidos a otros males, muchos de caracter nervioso.
Un informe, publicado por JAMA Pediatrics el pasado mes de abril, apunta que, entre los años 1997 y 2014, el tiempo que permanecen delante de una pantalla los niños con edades comprendidas entre cero y dos años se ha duplicado.
En el informe del NIH se recogen diferentes aspectos del estudio efectuado en Nueva York con más de seis mil niños nacidos entre los años 2008 y 2010. Así, se comprobó que los hijos de madres primerizas son los que tienen más altas probabilidades de estar en el grupo de alto consumo de pantalla. Lo mismo ocurre con los niños que van a guarderías. Al llegar a casa se ponen, si no se lo impiden, delante de una pantalla. Cuando los niños comienzan a acudir a la escuela, lo normal es que el tiempo que pasan delante de la pantalla disminuya.
Lo que no se sabe todavía son los riesgos que este hábito puede ocasionar a largo plazo, pero son muchos los especialistas, médicos y psicólogos, que hablan de los aspectos negativos que entraña.
Aunque los estudios de los que hablamos se han llevado a cabo en Estados Unidos, exactamente en Nueva York, podemos ampliar los resultados a otros muchos países del mundo, entre los que incluimos España, la nación en la que vivo. Los niños pequeños, menores de tres años, ocupan gran parte de su tiempo de juego viendo lo que se está mostrando en la pantalla del televisor que está en la sala.