Seguimos igual, o casi igual. A pesar de todas las advertencias relacionadas con la contaminación que producen los plásticos, aún no se han tomado las medidas adecuadas en la mayoría de los países con el fin de evitar los males producidos.
Los plásticos, tras ser sometidos a determinados procesos con el fin de evitar sus acciones contaminantes, se descomponen en partículas de muy pequeño tamaño que, según un reciente estudio, provocan daños en la salud humana, totalmente irreparables.
El citado estudio fue realizado en la Universidad de Surrey y en el Instituto de Materiales Fronterizos de Deakin. Los resultados se han publicado en Water Research.
La investigación encontró nano y microplásticos en procesos de tratamiento de aguas y aguas residuales. Se descubrió que durante los citados procesos, las pequeñas piezas de plásticos se descomponen aún más, en vez de ser eliminadas, como en principio se suponía. Ello, es evidente, afecta a la calidad del agua.
Cada año se producen aproximadamente 300 millones de toneladas de plástico en todo el mundo y un total de 13 millones de toneladas se liberan en ríos y océanos. Se generarán, como consecuencia de ello, aproximadamente 250 millones de toneladas de plástico para 2025.
Ello es altamente preocupante debido a que los materiales plásticos generalmente no son degradables debido a la intemperie o al envejecimiento. La acumulación de contaminación plástica en el medio ambiente acuático nos lleva a una Tierra inhabitable.
Según la citada investigación es muy complicado detectar la presencia de nano y microplásticos en los sistemas de tratamiento. Habrá que, por tanto, buscar sistemas que sirvan para detectar y limitar el número de nano y microplásticos en los citados métodos de tratamiento de agua y aguas residuales.
El Dr. Lee, Jefe del proyecto y Profesor Titular de la Universidad de Surrey, ha dicho lo siguiente: «La presencia de nano y microplásticos en el agua se ha convertido en un gran desafío ambiental. Debido a su pequeño tamaño, los organismos vivos pueden ingerir fácilmente nano y microplásticos, al consumir agua aparentemente potable«.
La única solución válida, por lo que se ve, es impedir la utilización de materiales plásticos. Pero por lo que se ve, el proceso para conseguirlo va muy lento. Si acudimos a un supermercado, vemos que una gran cantidad de alimentos están envasados en cajas, y similares, de plástico. Y no son los únicos lugares en los que el plástico forma parte del ser y del estar.
Si no queremos caminar hacia la hecatombe, ya sabemos lo que hay que hacer. Además, como medida personal, nunca debemos aceptar que nos den bolsas de plástico no biodegradable para transportar lo que acabamos de comprar.