Todos los que seguimos día a día las novedades tecnológicas, estamos al tanto de la falta de seguridad que presenta una de las aplicaciones más usadas en los dispositivos móviles. Nos referimos a WhatsApp, la aplicación que originó un caos (confusión y hasta desasosiego) a nivel mundial el pasado sábado al dejar sin servicio a todos sus usuarios. Fueron muchas las personas que se quedaron mudas, no pudieron hablar con sus amigos y amigas, enviarles un vídeo o mandarles una imagen con el último chiste, aunque estuviesen sentados en la silla de al lado. La desesperación llegó al sumum cuando los whatsapp – dependientes intentaron instalar, o simplemente acceder, porque ya lo tenían instalado, a uno de los posibles sustitutos, el emergente Telegram. La nueva aplicación no fue capaz de soportar tal avalancha de solicitudes.
En Alemania recomiendan no utilizar WhatsApp
Acabamos de leer, tras escribir en Google dos palabras mágicas, WhatsApp y Alemania, para una única solicitud, la información, recogida en un comunicado (en alemán) de la oficina de regulación de la privacidad en las comunicaciones del país teutón. En él se recomienda a los alemanes que no utilicen la aplicación estrella, es decir, WhatsApp para hacer fluir mensajes instantáneos. Afirman que se corre un alto riesgo, que atenta contra la privacidad de las personas, si se tienen Facebook y WhatsApp funcionando en el mismo dispositivo. La desprotección del usuario es total, se atreven a decir los responsables de la citada oficina.
Algunas recomendaciones
El director de la oficina, Thilo Weichert, nos regala unas cuantas perlas. Así indica que no existe ninguna declaración sobre política de protección de datos, lo que significa que los proveedores del servicio se reservan todos los derechos para hacer lo que deseen con los datos de los usuarios de la aplicación. Es una forma de comunicación en la que la seguridad es inexistente, explica. Las dos compañías que soportan el programa se han negado a acatar las normativas de seguridad y de privacidad de datos establecidas por la UE. Aclara también que la fusión de datos entre Facebook y WhastApp puede suponer un atentado contra la gestión de datos personales.
Conclusiones
Thilo Weichert y otros responsables de la oficina recomiendan la utilización de otras aplicaciones similares, citando dos de ellas, que sí respetan las normas europeas. Algo que, a mi modo de entender, no debían decir, ya que nunca tendrían que indicar el camino del cambio, ya que ello supone publicidad encubierta, algo que nunca debe provenir de un organismo como la citada oficina. Como he dicho al principio del artículo, somos muchos los que conocemos los riesgos que corremos si utilizamos WhatsApp. Nuestra es la decisión de utilizarlo o no. En lo que sí debemos tener cuidado es en la selección de los datos que enviamos y, en consecuencia, dejamos a través de los servidores que soportan WhatsApp.