Viajando por Internet me he encontrado con un artículo escrito en el diario online CincoDías que me ha aclarado alguna dudas relacionadas con un tipo particular de seguros, el denominado seguro de decesos, que no tiene nada o casi nada que ver con el seguro de vida, aunque ambos coincidan en algo fundamental, la ayuda que se presta a familiares y herederos cuando una persona llega al fin de su vida. En el citado artículo nos cuentan que 20 millones de personas tienen en España pólizas que cubren los gastos de defunción. Algo que ocurre en nuestro país pero que no es tan frecuente en otros.
En dicho artículo desvelan que las compañías de decesos son dentro del sector seguros de las que mejores resultados tienen, es por ello que Isabel Castelo, vicepresidenta de Ocaso, sea una de las mujeres más ricas de España, o que Grupo Catalana Occidente, invirtiera hace 5 meses para posicionarse dentro de ese ramo de los seguros, 125 millones de euros en comprar todas las compañías de Grupo Previsora Bilbaína.
La lectura de la citada publicación despertó mi interés y seguí buscando en la red. Encontré algún que otro artículo que hablaba del tema, pensando en escribir un artículo que ayudase a los lectores de Batiburrillo.net a descubrir unos cuantos detalles relacionados con este tipo de pólizas. Lo he hecho con el fin de descubrir lo que hay que hacer para elegir un seguro de decesos.
Cuando somos jóvenes no pensamos en la muerte y vivimos despreocupados en ese sentido, pero al ir llegando a una determinada edad, no solo pensamos en el más allá, sino también en los que viven con nosotros y que, cuando la muerte nos sorprenda, tienen que cargar, entre otras cosas, con los gastos derivados. Me refiero a los que se producen en el tanatorio, en la elaboración y publicación de la esquela, en los desplazamientos, en el entierro, o en las coronas, entre otros. De ahí que no esté de más el contratar un seguro de decesos, con el fin de que todo esté cubierto.
Está claro que la existencia de un seguro de vida no tiene nada que ver con un seguro de decesos. El primero se centra en la cantidad de dinero que van a recibir los herederos, pero no se refiere a los gastos que rodean el funeral y el entierro del contratante. Todos los gastos que genera un entierro, superior a los 3.000 euros en los casos normales, están cubiertos por el seguro de decesos.
Los seguros de decesos tienen una gran tradición en España, de ahí que haya tantas personas que lo tienen contratado. Hasta no hace mucho solo los contrataban personas que ya habían superado la juventud, que estaban próximos a la denominada tercera edad, pero ahora, debido a las nuevas prestaciones que ofrecen algunos, los jóvenes también se animan a darse de alta en uno, debido a que incluyen garantías que pueden utilizarse en vida, como pueden ser el disfrute de viajes o de ayudas en el campo de la salud, entre otras posibilidades.
Siempre que se contrate un seguro de decesos los familiares no tendrán que preocuparse de nada, no deberán pensar en los gastos que ocasiona el fallecimiento. En algunas compañías las nuevas pólizas añaden asesoría legal y ayuda en la firma del testamento. Otra opción altamente innovativa es la posibilidad de escribir, vía online, el testamento vital, con el fin de indicar los cuidados a recibir en el caso de que se produzca un deterioro físico y mental. También se puede solicitar que se borre la huella digital de Internet, entre otras opciones relacionadas con las nuevas tecnologías.
No debemos desdeñar contratar un seguro de decesos aunque ya dispongamos de uno de vida. Ya que el segundo no soporta el cobro inmediato cuando el contratante fallece. Tampoco incluye ningún tipo de asesoría y de gestión de documentación, entre otras muchos aspectos. Además, el seguro de decesos soporta diversos tipos de primas, a estudiar en función de la edad que tiene el contratante cuando firma el contrato.