Lo vemos día a día. No solo en la cafetería, en el autobús o en un banco del parque, sino también en la calle, cuando se mueven por la acera o cuando cruzan una calle sin saber por donde. Generalmente son personas jóvenes, pera también las hay maduritas. Me refiero a todos los que van enganchados al móvil, a los que dependen de él día y noche. Van pendientes de lo que se muestra en la pantalla, contestan a los mensajes de WhatsApp, leen todo lo que aparece en su tablero de Facebook, y hasta son capaces de enviar un mensaje de correo electrónico. Constituyen una nueva ola de «zombies«, viven subyugados por el smartphone, sin importarles lo que está ocurriendo a su alrededor.
El dejarse dominar por el móvil en la calle entraña altos riesgos
El moverse por la calle sin control, dominados por una pantalla de cristal, entraña notables riesgos ya que nunca se puede saber, ni ver, lo que viene… Los zombies enamorados del smartphone cruzan la calle sin mirar si viene un coche, empujan a la persona que va delante caminando lentamente, enfrentan su cuerpo al que viene de frente. Por ello, en Alemania, exactamente en la ciudad de Augsburg, se ha arbitrado un sistema, aún experimental, destinado a ayudar a estas personas. Se han colocado una serie de luces en el suelo, en lugares clave, como pueden ser un paso de cebra, o el borde de algunas aceras, que muestran luces rojas y verdes, en función de si se corren riesgos o no.
Conclusión
Quizás la medida tenga éxito, o tal vez no, habrá que dejar pasar el tiempo. Las autoridades de la citada ciudad han adoptado una medida no prohibitiva, sin copiar lo que han hecho en otros lugares, en los que los subyugados por el móvil podrán ser multados si no respetan las medidas de seguridad que regulan la circulación de personas y vehículos.