No es nada nuevo, a través de la historia, hay más de quinientas referencias que hablan del tema. Es mejor dormir en dos sesiones de cuatro horas, con una o dos horas de vigilia en el medio, que hacerlo de un tirón durante ocho horas seguidas. Las referencias y documentos surgieron con el origen de los tiempos . De hecho, en el siglo XV, existían libros de oraciones con rezos diseñados específicamente para hacer durante esas dos horas entre sueño y sueño. La idea pasó al olvido en el año 1920.
Según nos cuentan en BBC News, tras varios estudios recientes relacionados con el tema se recomienda lo mismo que antaño. Se han basado en los trabajos realizados en el año 1990 durante un mes con varias personas. Los resultados fueron totalmente satisfactorios. Las personas que durmieron en dos fases de cuatro horas descansaron más y mejor que las que lo hicieron en una sola de ocho horas. El único problema está en que ocupar el tiempo en esas dos horas de vigilia. Se podrá leer, mirar por la ventana, sentarse ante el ordenador o soñar con los ojos abiertos.
No sé tú, pero yo que, por suerte, duermo bien todas o casi todas las noches, no me planteo poner el despertador a media madrugada para hacer otras labores. No se me pasa por la cabeza ponerme a leer un periódico atrasado o algunas páginas de la última novela. Ya me levanto todas las noches, una o dos veces, a evacuar líquidos, con el ineludible riesgo del desvelo. Lo siento, pero a pesar de las recomendaciones, voy a intentar seguir durmiendo de un tirón.