Se trata de un campo en el que los conocimientos que se tienen, relacionados con la salud, son limitados sobre todo debido a que no se han realizado muchos estudios. Nos referimos a la incidencia que tienen los tatuajes sobre el cuerpo humano, sobre todo en zonas específicas.
Una investigación reciente realizada por un equipo de la Universidad de Lund en Suecia se ha centrado en el vínculo que existe entre los tatuajes y el linfoma. Los resultados se han publicado en eClinicalMedicine.
Sobre la investigación
En el estudio participaron 11.905 personas. Del grupo, 2.938 habían tenido linfoma, cáncer del sistema linfático, cuando tenían edades comprendidas entre los veinte y los sesenta años. En este grupo, los que tenían linfoma, había 289 personas que estaban tatuadas. 735 personas, que también estaban tatuadas, no padecieron nunca cáncer.
Christel Nielsen, investigadora de la Universidad de Lund que dirigió el estudio, ha dicho lo siguiente: «Hemos identificado a personas diagnosticadas con linfoma mediante registros de población. Luego, estos individuos fueron emparejados con un grupo de control del mismo sexo y edad, pero sin linfoma. Los participantes del estudio respondieron un cuestionario sobre factores del estilo de vida para determinar si estaban tatuados o no«.
Tatuajes y linfoma
Antes de realizar el estudio, el grupo de investigación presuponía que el tamaño del tatuaje afectaría el riesgo de linfoma. Un tatuaje de cuerpo completo entraña mayor riesgo de cáncer que el de un pequeño dibujo, por ejemplo, en el hombro. Pero, tras la investigación, se llegó a la conclusión de que la zona tatuada no influye en las posibilidades de padecer linfoma. Christel Nielsen ha dicho:
«Después de tener en cuenta otros factores relevantes, como el tabaquismo y la edad, encontramos que el riesgo de desarrollar linfoma era un 21 por ciento mayor entre quienes estaban tatuados. Es importante recordar que el linfoma es una enfermedad rara y que nuestros resultados se aplican a nivel grupal. Los resultados ahora deben verificarse e investigarse más a fondo en otros estudios y esa investigación está en curso«.
«Aún no sabemos por qué fue así. Sólo se puede especular que un tatuaje, independientemente del tamaño, provoca una inflamación leve en el cuerpo, que a su vez puede provocar cáncer. Por tanto, el panorama es más complejo de lo que pensábamos inicialmente«.
A tener en cuenta
En la mayoría de los casos el primer tatuaje se hace cuando se es joven. Ello trae consigo el que se esté expuesto a la tinta del tatuaje durante un gran número de años. Basado en ello Christel Nielsen ha dicho lo siguiente:
«Ya sabemos que cuando la tinta del tatuaje se inyecta en la piel, el cuerpo lo interpreta como algo extraño que no debería estar ahí y el sistema inmunológico se activa. Una gran parte de la tinta se transporta desde la piel hasta los ganglios linfáticos, donde se deposita«.
Conclusión
Nunca me han gustado los tatuajes. De ahí el que, cada vez que descubro nueva información sobre el tema, publique un artículo. Así es posible leer Los tatuajes contienen nanopartículas que llegan a los ganglios linfáticos o Tatuajes que solo producen destrozos.
La conclusión de Christel Nielsen es la siguiente: «Es probable que la gente quiera seguir expresando su identidad a través de los tatuajes y, por lo tanto, es muy importante que nosotros, como sociedad, podamos asegurarnos de que sea seguro. Para el individuo, es bueno saber que los tatuajes pueden afectar su salud y que debe acudir a su proveedor de atención médica si experimenta síntomas que cree que podrían estar relacionados con su tatuaje«.
