El sistema aún sigue vivo, pero cada vez se utiliza menos. Me refiero al proceso de escribir en un papel, utilizando un lápiz, un bolígrafo o una pluma. Hoy se ha sustituido en multitud de casos por la escritura en un teléfono móvil o en una tablet.
Según un reciente estudio realizado con estudiantes universitarios japoneses y con algunos que acababan de finalizar sus estudios, se ha llegado a la conclusión de que la escritura en papel puede conducir a una mayor actividad cerebral. Los participantes en el estudio demostraron, tras transcurrir una hora, que recordaban lo que habían escrito, algo que no ocurrió con los que habían utilizado un dispositivo móvil.
Lo que nos dicen los autores del estudio
El profesor Kuniyoshi L. Sakai, neurocientífico de la Universidad de Tokio, y director del estudio, dijo lo siguiente: «En realidad, el papel es más avanzado y útil en comparación con los dispositivos electrónicos porque el papel contiene más información única para una mejor recuperación de la memoria».
Lo dicho va en contra de la creencia popular de que los dispositivos digitales incrementan la eficiencia. Los voluntarios que participaron en la investigación escribiendo en un papel completaron la tarea de tomar notas aproximadamente un 25% más rápido que aquellos que usaron un teléfono móvil o una tablet.
La información espacial en papel es más compleja que la referida a los dispositivos móviles. El papel tradicional permite el uso de trazos y formas irregulares sobre un objeto que adopta formas diferentes. En cambio, los dispositivos digitales, presentan una forma sin modificaciones estructurales, sin una posición fija a la hora de desplazarse, y, además, lo que se ha escrito desaparece después de cerrarse la aplicación utilizada.
A tener en cuenta
Los participantes que emplearon métodos analógicos para llevar a buen fin el trabajo propuesto obtuvieron mejores resultados en trabajos complejos. Al escribir en papel se descubrió que existía mayor actividad cerebral en áreas asociadas con el lenguaje, en la visualización emparentada con la imaginación y en una zona cerebral altamente importante para la memoria, el hipocampo.
Los investigadores explicaron que la activación del hipocampo indica que los métodos analógicos, escritura en papel, contienen detalles espaciales más ricos que se pueden recordar y navegar con ellos en el ojo de la mente.
Sakai dijo al respecto: «Las herramientas digitales tienen un desplazamiento uniforme hacia arriba y hacia abajo y una disposición estandarizada del tamaño del texto y la imagen, como en una página web. Pero si recuerda un libro de texto físico impreso en papel, puede cerrar los ojos y visualizar la foto en un tercio del camino hacia abajo en la página del lado izquierdo, así como las notas que agregó en el margen inferior«.
Existe la posibilidad de imitar el enriquecimiento espacial de estilo analógico beneficiando la mejora de la memoria si en los medios digitales se personalizan los documentos creados resaltando, subrayando, encerrando en círculos, dibujando flechas, escribiendo notas codificadas por colores en los márgenes, agregando notas adhesivas virtuales u otros tipos de marcas únicas.
Conclusión
Lo que está claro es que lo mejor es utilizar los sistemas clásicos, con el papel como soporte, para conseguir reforzar la memoria. Ello no implica que haya que olvidarse de los medios digitales. Lo ideal es combinar ambos. Lo visto nos sirve para llegar a esta conclusión, pero habrá que seguir investigando y no olvidarse de las actividades creativas.