El spam que se distribuye a través del correo electrónico es algo inevitable. Con el cambio de tendencias el correo basura adapta sus ataques a las nuevas modas. Ahora son los servicios proporcionados por las redes sociales los que ocupan los primeros lugares de la red y, los reyes del engaño, lo aprovechan para camuflar sus mensajes tras el sello de Facebook, Tuenti, Twitter y demás. La firma de seguridad Retarus dijo, hace más de cuatro años, que uno de cada tres mensajes de correo basura se envía como si fuese un mensaje de una red social, pero hoy, por lo que nos ocurre a nosotros mismos, la relación se ha incrementado. Recibimos más mensajes que lo único que persiguen es el engaño.
Estos mensajes entrañan un gran peligro ya que utilizan un sistema de camuflaje casi perfecto por lo que un usuario normal se deja engañar por su contenido. Lo que nunca se debe hacer es incluir a las redes sociales como remitentes autorizados en las listas blancas de spam. No se deben nunca atender los mensajes de remitentes desconocidos. Estos mensajes se deben eliminar de inmediato.
Cuando alguien quiere ponerse en contacto con otra persona en una red social, por ejemplo, incluirla en su grupo de amigos, aparece un aviso en la página de inicio de ésta. Se recomienda que nunca se atienda a las solicitudes de nuevas amistades ni a invitaciones que llegan a través del correo electrónico pulsando en el enlace que incluyen los mensajes, se debe iniciar sesión en la red social y efectuar desde ahí las actualizaciones.
No es la primera vez que hacemos la recomendación indicada en el párrafo anterior. Aunque hay muchas personas que lo saben, se dejan vencer por la curiosidad y pulsan sobre un enlace que tal vez se ocupe de secuestrar su ordenador, de infectarlo con Ransomware. Algunos nos tratarán de pesados, que no hace falta que insistamos sobre el tema, que ellos nunca caen en la trampa, pero este nuevo artículo va dirigido a los otros, a los que todavía no conocen los riesgos.