Para la psiquiatría tradicional, la fuente que más conocimientos ha aportado para una adecuada fundamentación diagnóstica es la historia clínica.
En efecto, la historia clínica psiquiátrica constituye una auténtica historia biográfica, un documento humano sin precedentes, en el que están recogidos no sólo los síntomas de la enfermedad actual, sino también aquellos fenómenos o datos categoriales sobre los que se fundamenta el juicio diagnóstico. Consta de tres grandes apartados: la anamnesis, la exploración y la evolución clínica o catamnesis.
Sobre la anamnesis
La anamnesis comprende los datos familiares y personales, y la historia de la enfermedad actual. Los datos familiares tienen su importancia en cuanto que pueden orientar sobre factores hereditarios, pero también nos dan a conocer el tipo de relaciones interpersonales que ha establecido el enfermo y otras características del ambiente familiar.
Los datos personales pondrán de manifiesto la historia personal o anamnesis biográfica, es decir, una relación en el tiempo de síntomas y acontecimientos, el sentido histórico de aquéllos y el modo como repercuten en la vida del enfermo.
Sobre la exploración psicopatológica
La exploración psicopatológica, entendida como el conjunto de signos y síntomas que muestra el paciente y que el médico ha de interpretar, constituye el núcleo central del proceso diagnóstico. Para una exploración eficaz se debe elegir el momento y ambiente adecuados, estableciendo un buen contacto con el enfermo y escuchando su relato espontáneo, sin necesidad de seguir una pauta previamente señalada, para la recogida de síntomas.
Todo lo más, se debe completar posteriormente la información espontánea o explorar con habilidad algunos aspectos confusos. En general, interesan datos sobre aspecto, actitudes y modo de expresarse el enfermo; estado de conciencia y orientación; afectividad (estado de ánimo, manifestaciones de ansiedad, etc.) ; alteraciones sensoperceptivas (alucinaciones) ; vivencias delirantes, estado de las pulsiones sexuales y agresividad; procesos cognitivos e intelectuales, y más.
Sobre el examen psicopatológico
Todos estos factores del examen psicopatológico vienen siendo tratados en los últimos años a través de métodos de exploración estructurada, que ofrecen ventajas pero también serios inconvenientes. En general, se trata de entrevistas no flexibles, con un número bastante elevado de cuestiones, o Ítems, que el enfermo debe responder.
Estas cuestiones descubren preferentemente situaciones clínicas estandarizadas que permiten incluso la codificación posterior de los datos. Sin embargo, impiden la recogida de fenómenos espontáneamente referidos, con los matices de riqueza vivencial que los caracteriza.
A tener en cuenta
A partir de la exploración psicopatológica es necesario aplicar una serie de procedimientos diagnósticos que podemos agrupar de la siguiente manera:
- Pruebas biológicas y neurológicas. Incluyen desde la simple observación y estudio de las características morfológicas del individuo a procedimientos altamente tecnificados, como
electroencefalografía, angiografía cerebral, tomografía computerizada, etc., pasando por la imprescindible exploración neurológica y las pruebas de laboratorio.
En general, si consideramos que no hay prácticamente una sola enfermedad somática que no pueda producir alguna manifestación psicopatológica, todas las exploraciones que habitualmente vienen empleándose en el campo de la medicina tienen o pueden tener alguna aplicación en psiquiatría. Por ejemplo, desde hace tiempo se vienen utilizando determinadas pruebas bioquímicas para el diagnóstico de un determinado tipo de depresiones.
- Tests de diagnóstico psicológico. Los constituyen un conjunto de procedimientos que conducen a una descripción cuantitativa de los fenómenos psíquicos. El test, por tanto, objetiviza una estructura psicológica, un nivel intelectual, trastornos de la memoria, etc., pero su medida no es equiparable a un examen de laboratorio, ya que la objetivación depende sobre todo de la relación humana que se establece entre el examinador y el examinado.
Más…
En el terreno del diagnóstico, los tests tienen una función: concretar los resultados obtenidos en un examen clínico ordinario. Así, por ejemplo, si el enfermo posee un déficit de la inteligencia dan más datos sobre sus características; también permiten apreciar cómo es la estructura psíquica del enfermo.
Pero los tests no suelen dar un diagnóstico psiquiátrico. Pueden indicar trastornos que el examen clínico no pone en evidencia: un deterioro mental, unas tendencias homosexuales, un gran componente de agresividad, etc.
Sin embargo, hay también el riesgo de que den unos resultados normales cuando existe un trastorno de la personalidad, porque no se haya utilizado el test adecuado. Con todo, los tests psicológicos tienen su puesto en el conjunto de la exploración psiquiátrica, ante todo como una función diagnóstica complementaria.
Conclusión
Está claro que los estudios sobre el tema ofrecen una alta complejidad. Personas con problemas psiquiátricos deben tener también en cuenta los que reflejamos en el artículo que hemos publicado sobre Sobre la Psicología Social. En él se habla del comportamiento social de las personas.
Fuente: Temas Clave de Aula Abierta Salvat – Psiquiatría hoy. Publicado en el año 1982
Autores: Salvador Cervera y Ricardo Zapata