La higiene es primordial. Todos, adultos, niños, adolescentes y jóvenes, debemos bañarnos, al menos, una vez al día. Es importante mantener el cuerpo aseado, eliminar los malos olores y las suciedades innecesarias, por higiene personal y por compañerismo (para que nuestros vecinos no soporten olores hediondos). Conseguimos que nuestro cuerpo se mantenga limpio y saludable dejando que el agua que fluye de la ducha caiga sobre cabeza, tronco y extremidades. Otros prefieren darse un baño de agua tibia, más caliente en invierno que en verano. Ambos métodos, ducha y baño, son válidos para conseguir los fines propuestos: salubridad y limpieza.
El chaval de la foto ha optado por el segundo método, cambiando la bañera por el fregadero. A pesar del reducido tamaño del continente, a él le basta. Su cara es una muestra fehaciente de lo que está disfrutando. No sabemos si el chorro del grifo proporciona agua fría, templada o caliente, pero no importa. La prominente barriga del bebé lo soporta todo. Está claro que el crío no necesita una bañera.
El sistema no es válido para todo el mundo. Todos los que lean este artículo, estoy seguro, no podrán utilizar el fregadero de la cocina de su hogar para darse una ducha, no caben en él. Hemos puesto la imagen con el único fin de provocar una sonrisa en todos los que la vean. Ayer mismo los ingleses han decidido abandonar el hogar del que formaban parte desde hace más de 40 años con lo que ello supone para la unión europea (en su sentido auténtico), mañana serán muchos los españoles que acudirán a los colegios electorales con el fin de elegir a los representantes en el próximo gobierno, si es que es posible. Sea como sea, con Europa rota y con o sin gobierno, no debemos eludir el tomarnos la vida con humor.
Foto alojada en Imgur
¡Un post muy gracioso!
Pero, como bien dice su título, usted no necesita una bañera. La mejor opción para la higiene diaria es una ducha. Las duchas ofrecen muchas ventajas frente a las bañeras y, por eso, es recomendable cambiar la bañera por un plato de ducha.
¡Un saludo!
De acuerdo. Pero como podemos ver, al chaval le vale un fregadero para mantenerse limpio.
Saludos.