Si se hace un examen profundo de los vasos sanguíneos que forman parte de nuestros ojos, en un futuro próximo podrá conocerse el riesgo de muerte prematura de cualquier persona. Son las predicciones que acaba de realizar un nuevo estudio, tal como podemos leer en BMJ.
Está claro que la muerte imprevista está íntimamente relacionada con la edad. Cuanto mayor es ésta más grandes son los riesgos de que la vida abandone a una persona. Es evidente, eso sí, que esa posibilidad de muerte varía en personas que tienen la misma edad. En ello incide la conocida como edad biológica, que es diferente de la edad cronológica, debido a distintos factores íntimamente relacionados con la salud.
Biomarcadores relacionados con la edad biológica
Han sido varios los estudios centrados en averiguar la edad biológica de las personas. Los biomarcadores que han servido para llegar a conclusiones se han centrado en el análisis de genes específicos, de habilidades cognitivas, de la presión arterial y de la incidencia del sistema inmunológico.
En varias investigaciones anteriores a las que nos referimos han demostrado que la retina es un posible indicador de la edad biológica de una persona, ya que puede proporcionar pistas sobre el riesgo de enfermedades. Los autores del estudio han dicho lo siguiente: «La retina ofrece una ‘ventana’ única y accesible para evaluar los procesos patológicos subyacentes de las enfermedades vasculares y neurológicas sistémicas que se asocian con mayores riesgos de mortalidad«.
A tener en cuenta
Los participantes en el estudio recurrieron a una técnica de aprendizaje profundo que podría predecir el riesgo de muerte de una persona mediante el análisis de la edad biológica de la retina. Analizaron más de ochenta mil imágenes del fondo del ojo, la superficie interna posterior del ojo que incluye la retina.
En el estudio participaron 47.000 personas, con edades comprendidas entre 40 y 69 años. Las imágenes de los resultados se ha almacenado en el Biobanco del Reino Unido. Se ha considerado que las edades biológicas de la retina de estas personas debe ser similar a la edad cronológica.
Los investigadores han dicho lo siguiente: “Nuestros nuevos hallazgos han determinado que la diferencia de edad de la retina es un predictor independiente de un mayor riesgo de mortalidad, especialmente de mortalidad no relacionada con enfermedades cardiovasculares o cáncer. Estos hallazgos sugieren que la edad de la retina puede ser un biomarcador clínicamente significativo del envejecimiento”.
Conclusión
Los participantes en la investigación han llegado a la conclusión de que no pudieron determinar la relación causa y efecto. Lo podemos deducir si leemos detenidamente lo que nos han dicho, mostrado en el último párrafo del apartado anterior. Según lo que han dicho, la retina juega un importante papel en el proceso de envejecimiento.
