Hace tan solo cinco días escribíamos sobre Los peligros de los rayos cósmicos recibidos en un posible viaje a Marte, tras examinar las propuestas de Elon Musk, el fundador de SpaceX. Hoy volvemos al tajo, pero sobre otro tema en el que el protagonista es el mismo, Elon Musk. En este caso nos referimos a un nuevo sistema o método de desplazamiento, eso sí, sin salirse de la Tierra: los viajes de una ciudad a otra en un cohete.
El sistema es el que se utiliza en los viajes interplanetarios, pero se hará de una ciudad a otra que está a gran distancia. El máximo tiempo invertido en el viaje será de una hora, aunque la mayoría rondarán los treinta minutos. Elon Musk propuso poner en acción próximamente una nave espacial en órbita alrededor de la Tierra. En varias ciudades se crearán plataformas flotantes de aterrizaje. Aunque en estos momentos se trata de un proyecto, se desprende, por lo que se cuenta, que se pondrá en acción en un plazo de seis y nueve meses.
Según ha explicado el empresario en el Congreso Internacional de Aeronáutica, que se celebra en Adelaida (Australia), ayudándose de un vídeo, los pasajeros se subirán a un barco en el puerto de Nueva York que los llevará a una plataforma de lanzamiento que se encontrará flotando sobre el mar. Allí se embarcarán en un cohete similar al que se utilizará para hacer los viajes a Marte, pero el cohete BFR (así se llama) los llevará solo hasta Shanghai.
Además del viaje indicado, que tendrá una duración de 39 minutos, también están programados otros. Así ya están previstos los de Hong Kong a Singapur en 22 minutos, de Londres a Dubai o Nueva York en 29 minutos, y de Los Ángeles a Toronto en 24 minutos.
Como vemos, en estos momentos no existen viajes más rápidos utilizando los vehículos tradicionales. El cohete o cohetes BFR alcanzan velocidades de 27.000 kilómetros por hora. Además, se cree que en cada viaje podrán ir entre 80 y 200 pasajeros. Lo que no sabemos es como se sentirán durante el trayecto los que se aventuren a utilizar el cohete, tendrán que armarse de tranquilidad para que la angustia no les asalte.
Fuente: The Verge