No tiene nada que ver con un escándalo reciente, que todos conocemos y del que se han hecho eco todos los medios periodísticos, redes sociales y similares, en nuestro país y en otros muchos, mi pretensión se dirige hacia el arte, el que nos regala un fotógrafo, Stephen Earle. Si os dais una vuelta por su web descubriréis que nos ofrece una gran cantidad de imágenes con los animales como protagonistas. Si observáis la imagen con detenimiento, podréis descubrir un todo en el que se entremezclan, se combinan, paisaje y elefantes. No podemos discernir si es un paisaje con elefantes o si son unos elefantes con (no en) un paisaje. No sabemos quien domina a que, o viceversa. Lo original, lo que convierte la fotografía en algo que roza la belleza absoluta, es el conjunto, el todo inseparable.
Stephen Earle es, como el mismo nos cuenta, un fotógrafo amateur y naturalista de White River, Sudáfrica. Durante el día ejerce la profesión de abogado. Pasa la mayor parte de su tiempo libre en la naturaleza tratando de captar la belleza de África. De inmortalizar las maravillas que nos ofrecen sus parajes salvajes, no de acabar con ellas (perdón por el desliz, pero no encuentro la goma de borrar, lo siento). ¡Vivir para crear y no para destruir!