Cuando no has pegado ojo durante la noche te levantas de mal genio. Si esto se repite día a día, la vida se hace insoportable. Es algo que saben todos los que no duermen bien de manera habitual. Según los resultados de un nuevo estudio, la falta de sueño frena la capacidad de desenvolver emociones positivas.
El estudio se llevó a cabo en la Universidad de Columbia, en el Reino Unido. Nancy Sin, psicóloga y directora de la investigación, explica que aunque existan pequeñas fluctuaciones a la hora de la calidad del sueño, influyen notablemente en que dicha calidad sea positiva o negativa. No incrementa las emociones negativas, las mantiene en un determinado nivel, pero no existen estímulos positivos que actúen sobre ellas.
Sobre el trabajo de investigación
El trabajo de investigación se llevó a cabo con la participación de un total de dos mil personas, con edades comprendidas entre los 33 y los 84 años. Se hizo un estudio previo de las condiciones médicas de cada uno de los participantes y, a partir de ahí, se realizaron una serie de tests encaminados a averiguar la calidad del sueño. También se tuvieron en cuenta las experiencias positivas o negativas vividas a diario.
Nancy Sin dijo, al respecto, lo siguiente: «Cuando las personas experimentan estímulos positivos, como recibir un abrazo o pasear por la naturaleza, generalmente se sienten más felices. Sin embargo, hemos constatado que cuando esas mismas personas duermen menos de lo que necesitan no experimentan en la misma medida emociones positivas en respuesta a esos estímulos positivos«.
En otros estudios sobre el mismo tema se había sugerido que existía un impacto en la duración del sueño, el periodo de tiempo que cada uno pasa dormido por la noche, motivado por lo que había pasado durante el día. En esta investigación no se tuvieron en cuenta para nada las emociones positivas o negativas vividas cada día, ya que todos los participantes en la misma vivieron una vida normal mientras se llevó a cabo el proceso.
Conclusión
En los momentos que estamos viviendo, sacudidos por la terrible pandemia del COVID-19, todos sufrimos una serie de consecuencias que nos afectan negativamente sobre todo en lo relativo a lo que debemos respetar para evitar la propagación de infecciones. En el grupo también se incluye la calidad del sueño. De ello se deduce que es muy necesario efectuar estudios que sirvan para paliar los efectos de la citada pandemia en nuestro devenir diario, dentro de los aspectos psicológicos que trae consigo.
Fuente: Health Psychology