No cuesta nada respetar las normas, pero hay muchas personas que no lo hacen (sí, muchas). Lo vemos cada día cuando salimos a la calle o en la carretera. Conductores que no respetan los pasos de cebra, peatones que consideran que dichos pasos son una prolongación de la acera y los invaden sin fijarse si está pasando o dispuesto a pasar un automóvil, coches en frenética carrera sin respetar los límites de velocidad, obreros moviéndose sobre un tejado sin ningún sistema de protección…
La lista es interminable. Cada día descubrimos alguna nueva forma de saltarse las normas, haciendo peligrar la seguridad de los protagonistas y de las personas que se cruzan en su camino. En esta línea podemos incluir a los que transportan un largo tubo sin respetar ninguna norma, tal como vemos en la imagen. ¿Os imagináis lo que ocurrirá cuando los coches tengan que doblar una esquina? ¿Y si el primero pasó un semáforo y el segundo tiene que parar tras ponerse la luz en rojo, que harán los peatones? ¿Para qué sirven las normas?
La imagen, como otras muchas, la he obtenido de Daily Picks and Flicks.